Historias de vellos y bailarinas
La polémica con el anuncio de la tienda Disidente es sólo el último caso en la lista de encontronazos entre PubliSistemas y sus clientes por el supuesto contenido escandaloso de determinadas campañas publicitarias. En febrero de 1995, PubliSistemas vetó la promoción del disco Amorica, de Black Crowes, porque en su portada aparecía la pelvis de una mujer cubierta por un escueto tanga del que asomaba vello púbico. "Tenemos que velar por que la publicidad del metro no moleste a sus usuarios", argumentó entonces la agencia publicitaria. En el Festival de Otoño de 1997, el tijeretazo fue para el cartel de la compañía Ensayo 100 sobre el Romeo y Julieta de Shakespeare, donde se veía a una bailarina en pose artística, pero desnuda de pies a cabeza. Más recientemente, el alboroto tuvo que ver con el anuncio de un libro que se refería en términos elogiosos de la Escuela de la Cienciología, que figura en los listados de sectas. En cualquier caso, según el director general de PubliSistemas, estos episodios son "la absoluta excepción" en su casi cuarto de siglo de relación con el metro de la capital.
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