La vuelta a casa puede esperar

Emil Peshku es albanokosovar. Tuvo que abandonar su ciudad, Pristina, el pasado abril huyendo del azote que en forma de limpieza étnica arrasaba su país. Es uno de los 35 refugiados, de los 160 que llegaron a los centros de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) y Rota (Cádiz), que ha decidido prorrogar su estancia en Andalucía. El resto de los albanokosovares que han permanecido en tierras andaluzas parten hoy hasta Scopie (Macedonia) para luego seguir viaje hasta Kosovo. El consejero de Asuntos Sociales de la Junta, Isaías Pérez Saldaña, apuntó que de esta forma se cumple el objetivo prioritario: el retorno de los refugiados a su lugar de origen, aunque "algunos de forma voluntaria hayan decidido quedarse". El consejero comentó que "la primera fase del programa de atención a los refugiados fue la acogida en Mollina (Málaga), después se les envió a los centros de acogida durante la guerra y, por último, tras el fin del conflicto el retorno o la posibilidad de permanecer". Hasta septiembre este grupo de refugiados estará alojado en el Centro de Acogida Miraflores de Sevilla. Para entonces se espera que varios ayuntamientos ofrezcan alojamiento y puestos de trabajo. De momento, según dijo el consejero, los municipios de Huelva y Almería ya han propuesto la posibilidad de trabajar en la agricultura, y el consistorio de Cartaya (Huelva) ha puesto a disposición de los albanokosovares cuatro pisos y empleo. Emil, como la mayoría de los que han decidido quedarse, espera ahorrar cierta cantidad de dinero antes de volver. La idea de tener que empezar desde cero es más agradable cuando se tiene el bolsillo lleno. En otros casos como Baskim, estudiante de derecho, la posibilidad de aprender español es la razón por la que prefiere quedarse en Andalucía. La terrible situación en la que ha quedado Kosovo ha hecho que la Junta de Andalucía haya decidido poner en marcha un programa de ayuda en este territorio. Pérez Saldaña anunció que, junto a la secretaria de Asuntos sociales, Amalia Gómez, visitarán la zona para comprobar como se han canalizado las ayudas para la rehabilitación de viviendas y la realización de proyectos de integración. Mientras en Córdoba, tras tres meses de recogida de alimentos, la Comisión Provincia Córdoba-Kosovo, compuesta por sindicatos, universidad, empresas, y partidos políticos, dio ayer por finalizada la primera fase de su trabajo con el envío hacía los Balcanes de un camión con más de 12.000 kilogramos de comida y artículos de higiene personal. A este cargamento se unen los 16 millones de pesetas ya remitidos desde Córdoba para ayuda humanitaria tras el conflicto de los refugiados en la antigua Yugoslavia, informa Antonio Fernández. El secretario provincial de UGT, Rafael Toledano, encargado de coordinar la ayuda recibida, explicó que aún queda por realizar un envío de ropa, así como la entrega del dinero recaudado en los meses de verano, cantidad que aseguró podría alcanzar los siete millones de pesetas. A este respecto, Pérez Saldaña destacó las dificultades que tienen cinco camiones con 500 toneladas de ayuda humanitaria por las dificultades en los trámites de entrada está poniendo el Gobierno de Montenegro para entrar en Kosovo. Emil, que tiene carné de para conducir camiones, asegura que sería un sueño poder trabajar de forma voluntaria conduciendo un vehículocon ayuda humanitaria hasta sus compatriotas en Kosovo.