El Ayuntamiento de Estepona pide a Gil Marín que devuelva una pistola comprada para su uso personal
El cambio de gobierno en Estepona (Málaga) además de un nuevo alcalde ha traído una lluvia de denuncias hacia la antigua Corporación. Si el pasado lunes el primer edil, Antonio Caba (PSOE), aseguraba que su familia estaba recibiendo "amenazas de tipo mafioso" desde las elecciones, ayer hizo público que el Ayuntamiento ha requerido al ex alcalde, Jesús Gil Marín (GIL), para que devuelva un revólver que compró en el anterior mandato para su uso personal, así como otros dos para sus guardaespaldas. Gil Marín se ha negado a hacer comentarios sobre la cuestión.
El ex alcalde, que pasa unos días en París, comentó: "Estos no son temas para discutir en los medios de comunicación". El 28 de julio, Caba comunicó por escrito a Gil Marín "la retirada de la autorización para utilización del arma que tenía asignada". Según el alcalde, tras la llegada al Ayuntamiento, el ahora portavoz municipal del GIL adquirió cuatro revólveres: uno para José Ignacio Lavado, jefe de la policía local, dos para sus guardaespaldas y otra más para él. "No nos metemos con que tenga armas. Si tiene licencia puede hacer lo que quiera, pero que se las pague él", manifestó. Caba asegura que Gil Marín les anunció que el próximo lunes, cuando finalice sus vacaciones, devolverá el revólver, extremo que no quiso comentar éste. Fernando Lara, director del área de Seguridad, requerirá también hoy la devolución de las dos pistolas que tenían asignadas sus guardaespaldas, según manifestó Caba. Por otra parte, los administradores que el nuevo equipo ha puesto a la cabeza de las empresas municipales "para velar por su trasparencia" denunciaron ayer ante el Juzgado de Guardia de Estepona la desaparición de los libros de actas. "Nos tememos que tengan algún interés en manipularlos", manifestó Caba, quien asegura desconocer el número de sociedades que creó la anterior corporación. Gil Marín negó la acusación: "No soy el que lleva los libros, pero pongo la mano en el fuego por que eso es radicalmente falso". La nueva corporación desconoce todavía la deuda municipal. Pero el concejal de Hacienda, Francisco Zamorano, ofreció nuevos datos: la tesorería, según dijo, tiene acumulado un déficit de 775 millones de pesetas de créditos anuales, de los que 265 son por intereses de demora. "Al no haber renovado el préstamo el interés llega en algunos casos hasta el 19%", dijo. Además han contabilizado otros 2.267 de créditos a largo plazo. Además, según Zamorano, el Ayuntamiento ha agotado al día de hoy su presupuesto anual, que roza los 5.000 millones de pesetas. El próximo lunes mantendrá una reunión con representantes del Gobierno autonómico para intentar que les subvencionen parte de los intereses de la deuda de la tesorería. "El lío es tal que hemos suspendido las vacaciones al personal de Intervención", manifestó. El ex alcalde se mantuvo en sus trece y aseguró que en cuatro años ha saldado la deuda con los proveedores que se encontró a su llegada, que cifró en 6.500 millones de pesetas. "Hoy nadie puede decir que le hemos dejado de pagar, aunque que para algunos sea muestra de orgullo no tener crédito y tener que abonar de su propio bolsillo el disolvente para los pintores municipales", manifestó en referencia a Caba, que dijo haber tenido que pagar en la droguería porque no fiaban más al Ayuntamiento. Sí reconoció que Estepona tiene pendiente una deuda con la Seguridad Social y con Hacienda "como la tienen todos los ayuntamientos", pero no quiso dar cifras. Según el Consistorio rondaría los 4.000 millones. Gil Marín añadió que no hará caso al alcalde de Marbella, Jesús Gil, que quiere convencer a su hijo de que abandone el acta de concejal después de que el pacto cuatripartito lo haya desbancado del Ayuntamiento. "Como padre es lógico que no entienda, al igual que miles de esteponeros, que después del esfuerzo realizado y a pesar de ser la fuerza más votada no estemos en la alcaldía", manifestó.
