La federación inglesa investigará un supuesto soborno a Ferguson
La Asociación de Fútbol inglesa (FA) investigará las declaraciones de Alex Ferguson, técnico del Manchester United, según las cuales se le ofreció un soborno de 40.000 libras, unos 10 millones de pesetas, por un representante ruso para facilitar el traspaso de Andrei Kanchelskis al Everton en 1994. Ferguson revela en su autobiografía Organizando mi Vida que en 1994 el representante ruso de Kanchelskis, Grigory Essaoulenko, le entregó un paquete con el dinero para asegurar que el ex extremo del Fiorentina y actual jugador del Everton fuera traspasado al Liverpool. La FA no pone en duda el comportamiento de Ferguson, que informó de inmediato a la directiva del Manchester sobre el soborno. La directiva, tras guardar el dinero un año en una caja segura, lo devolvió a Essaoulenko, pero ahora la FA pretende, al conversar con el técnico, ponerse al tanto de los detalles precisos del asunto. El director del comité disciplinario de la FA, Graham Bean, se entrevistará con Ferguson antes de informar a la FIFA, que dispone de la autoridad para emprender medidas en este asunto. ya que Essaoulenko era uno de sus representantes oficiales. El portavoz de la FA, Adrian Bevington, dijo: "Es un asunto que se encuentra dentro de la competencia de la FIFA, pero hablaremos con Alex y le pasaremos después todas las investigaciones que hagamos". Ferguson explica en su libro sobre el incidente que fue después de un partido que habían jugado ante el Nottingham Forest. "Llegué a mi casa a medianoche y Grigory me dijo telefónicamente que tenía un regalo para mí y que iba a viajar a Inglaterra al día siguiente. Me dio un paquete y me dijo que era para mí y para mi esposa. Creí que era un samovar (una tetera rusa) pero cuando mi esposa lo abrió era el dinero", añadió. "Ni Andrei (Kanchelskis), ni el Everton estaban enterados, pero Grigory dejó claro que el jugador tenía que abandonar el club o el presidente, Martin Edwards sufriría las consecuencias", manifestó. Ferguson revela que Essaoulenko amenazó con gritos a Edwards al decirle que, si no permitía la marcha de Kanchelskis, "no estaría vivo durante mucho más tiempo".
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