Vacaciones con tarea por delante
L a clase política andaluza inicia esta semana sus vacaciones. Un descanso que no lo será tanto si se tiene en cuenta que tendremos a un presidente de la Junta, Manuel Chaves, reflexionando sobre la fecha en la que va a convocar las elecciones autonómicas y a una recién estrenada candidata del PP, Teófila Martínez, prometiendo por ahí nada menos que toda una revolución. Un término este que, por cierto, no sólo no contribuye a centrar a su partido, sino que, a poco que se descuide, lo escora a la izquierda si hiciera falta. Así que, a pesar del periodo estival, la tensión política continuará. Por lo menos la alcaldesa de Cádiz lo va a intentar tratando de sacar provecho a un asunto que ya parecía agotado para los populares como es el de la financiación autonómica. Hay preparados más anuncios y nuevas campañas publicitarias que tendrán su punto álgido el mes de septiembre. Aquellos que creyeron levemente que iba a aparcar su enfrentamiento con los socialistas para hablar más de un discurso propio, tal y como algunos pudieron adivinar en el congreso de Granada, habrán caído ahora en la cuenta de que aquello fue tan sólo un espejismo. Habrá más caña si cabe y ahora sin temor a quedar políticamente aislados a las puertas ya de una próxima convocatoria electoral. El afán que guardaba el anterior secretario general, Juan Ojeda, de mantener estrategias que tuvieran un engarce con el resto de fuerzas y evitar así su soledad ha quedado finalmente en la cuneta como él mismo, tal y como se pudo comprobar en dicho congreso. No obstante, en estos días de canícula sí cabe resaltar una previsión política como es la celebración del congreso extraordinario de los socialistas malagueños. Se pretende cerrar la crisis en la que está esta importante agrupación, un camino de salida que pasa necesariamente por la figura de José Asenjo como nuevo secretario provincial. Queda por ver si Chaves va a querer que siga compatibilizando esta función con la de vicesecretario general del PSOE andaluz. Hay que recordar que los malagueños cuentan con la presidencia del partido, la vicesecretaría y la secretaría de política municipal. Responsabilidades que, a lo que se ve, parece que son poca cosa para ellos. No deja de ser, con todo, un problema surgido en un momento muy inoportuno. Pero el cariz que tiene, con ausencia de enfrentamiento internos y sectarios, resta inquietud e incertidumbre a esta cita. A todo esto, el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, se mueve con rapidez y sigilo estos días. Cada vez más aumenta su control del Partido Andalucista y máxime tras el retroceso electoral sufrido por Alejandro Rojas-Marcos. Su apoyo a la secretaria provincial de Sevilla, Mar Calderón, es una prueba más de la decidida actitud del jerezano por ganar terreno de cara al próximo congreso de esta formación. De ahí que no convenga perder de vista lo que vaya a suceder esta semana con el enfrentamiento surgido en Sevilla, una especie de rebeldía de los catetos protagonizada por los que obtuvieron buenos resultados en los distintos pueblos de la provincia, en contraste con lo sucedido en la capital hispalense. Será, en todo caso, una batalla que tendrá su momento culminante también después del verano. Por su parte, el consejero de Educación, Manuel Pezzi, puede disfrutar con más calma de su veraneo, si se tiene en cuenta que ya tiene preparado para septiembre el acuerdo de homologación salarial con los sindicatos mayoritarios de la enseñanza. Ha marcado en este debate siempre la iniciativa y parece haber tenido la virtud de aguantar hasta el último minuto para al final mostrar una solución. Veremos si le sale bien la jugada. Sin embargo, la gran contienda se centrará a la vuelta de la esquina en las previsiones presupuestarias del Gobierno de la nación para con Andalucía. Será buena ocasión para comprobar si la revolución que propugna Martínez se ve reflejada en cifras y proyectos para esta comunidad. ANTONIO YÉLAMO
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