Zaplana dobla el número de subsecretarías de presidencia de la Generalitat para concentrar más competencias

Entre los cambios introducidos por Zaplana en el segundo nivel destaca el papel adjudicado a Consuelo Ciscar, la directora de Promoción Cultural, Museos y Bellas Artes en la pasada legislatura, que ahora añade a sus atribuciones las de Patrimonio. Esto la convierte en una consejera de Cultura en la sombra y evidencia el escaso margen que ha tenido el titular de Cultura y Educación, Manuel Tarancón, en la composición de su departamento. Ciscar será responsable de toda el área de Cultura, a excepción de la Dirección General del Libro, que conserva José Luis Villacañas, sin mejorar su rango político. Desde su macrodirección general, que no se ha transformado, pese a su envergadura, en una subsecretaría, deberá enfrentarse también a cuestiones tan polémicas como la prolongación de Blasco Ibáñez o la construcción de un hotel en el solar de Jesuitas. En el mismo departamento entran la diputada del PP Ascensión Figueres como subsecretaria de Educación, Fernando Cano como secretario general y Gonzalo Morell como director de Deportes. Al frente del Institut de la Joventut, que pasará a depender de Bienestar Social, se sitúa Carlos Mazón, de Nuevas Generaciones del PP. En Economía y Hacienda se crea una nueva subsecretaría de Presupuestos y Tesoro, que ocupa José Manuel Vela, anterior director general de Economía, cargo ahora vacante. Cristina Serrano sigue en la secretaría general, Araceli Muñoz, en Tributos y Eloy Giménez entra como director de Patrimonio. José Manuel Uncio, director del Instituto de Finanzas, pierde sus competencias sobre el Tesoro. Éste podría abandonar su cargo una vez pasen las elecciones generales. Zaplana ha creado dos subsecretarías en la Consejería de Sanidad. De la Agencia Valenciana de Salud, que ocupa Rubén Moreno, dependen las direcciones generales de Atención Primaria, dirigida por Bartolomé Pérez, Prestaciones Asistenciales, dirigida por Marciano Gómez; y Salud Pública, en poder de Francisco Bueno. Máximo Caturla será el responsable de Recursos Sanitarios, mientras Joaquín Ortega, gerente del Hospital Clínico de Valencia, se hace cargo de la recién creada Agencia de Calidad y Modernización de los Servicios Asistenciales. En Obras Públicas no hay grandes cambios. Entra Gaspar Peral como secretario general y queda vacante Urbanismo tras la designación de Fernando Modrego como consejero de Medio Ambiente. Al departamento de Industria y Comercio entra José Monsonís, concejal de Onda, como director general en sustitución del castellonense José Luis Ramírez, ahora diputado. Joaquín Berenguer continúa en Comercio y Consumo, mientras no hay cambios en el Instituto de la Exportación y el Impiva. Jorge Lamparero deja la secretaría general de la Consejería de Presidencia y pasa a ocupar la de Medio Ambiente. En Bienestar Social, María Luisa Gracia sustituye a María Luisa García Merita en Servicios Sociales, Clara Abellán accede a la Dirección de la Mujer, Alejandro Barona se hace cargo de la cartera de Familia, Menores y Adopciones; y la Dirección de Drogodependencias se ocupará más tarde. En la Consejería de Justicia y Administración Pública, Fernando Coquillat es director de Interior, Eloy Velasco sigue en Justicia, Blanca Martínez de Vallejo, que fuera subdirectora del gabinete de Zaplana, dirige Racionalización de las Administraciones, y Joaquín Segarra se encarga de Función Pública. En Trabajo entran Joaquín Martínez en Fomento de Empleo y Elías Amor en Formación. Constantino Palomino sustituye en Intermediación Laboral a José Luis Colvée. Cinco diputados deberán renunciar a sus escaños tras los nombramientos de ayer.