Otegi reta a todos los partidos a debatir sobre la violencia en "todas sus dimensiones"
Arnaldo Otegi enfrió ayer el entusiasmo con el que fue recibido el apoyo de sus junteros alaveses a una declaración contraria a toda expresión de violencia. El portavoz de Euskal Herritarrok tuvo cuidado en advertir de que este gesto no representa un giro en la trayectoria de su formación y que la apuesta que han hecho, en Lizarra, por erradicar "todas las expresiones de violencia" no implica entrar en la dinámica de su condena, que consideran "estéril". Así, Otegi retó a todos los partidos a un debate sobre la violencia "en todas sus dimensiones" para que desaparezca.
Arnaldo Otegi quitó ayer toda significación de gesto político al hecho de que los representantes de Euskal Herritarrok (EH) en las Juntas Generales de Álava (Parlamento provincial) apoyaran el martes una declaración de "rechazo" a toda "actividad violenta que busque intimidar y coartar la libertad de opción política" -una práctica frecuente en su entorno-, por lo que fue recibida por las demás formaciones como un signo de cambio con una autocrítica implícita.Pero el dirigente abertzale quiso matizar la lectura hecha respecto a la posición de HB, que ofrecía por vez primera una imagen de unanimidad de los partidos vascos en relación con una declaración contra la violencia y la intimidación. Así, en San Sebastián, donde compareció ante la prensa para comentar su reciente viaje a Cuba, invitado por el Partido Comunista de la isla, aseguró que "la posición analítica" de su formación en torno al fenómeno de la violencia "no ha variado en absoluto" y reiteró, como en numerosas ocasiones, que la dinámica de las condenas de la violencia "sigue siendo estéril".
"Resulta curioso que todo el mundo se felicite por nuestra inclusión en este documento y, sin embargo, haya gentes del PP, que acaba de indultar a tres torturadores de la Guardia Civil, y gentes del PSOE, que ha colaborado en la dispersión [de los presos etarras] y ha montado una trama criminal como el GAL, que se atrevan a pedirnos a nosotros una etiqueta democrática", se explayó Otegi. Según el líder de la coalición independentista, en el propio texto de la Declaración de Lizarra se encuentra explicitado el compromiso de los firmantes "por superar todas las expresiones de violencia".
Otegi añadió que, frente a falsos debates como son, a su entender, los de la condena de la violencia, los partidos deben asumir el reto de comprometerse a erradicarla. Por eso el portavoz de EH invitó a todos los que suscribieron la declaración de las Juntas de Álava a participar en un debate público "sobre la violencia en todas sus dimensiones".
Para Otegi, las bases de EH están convencidas de la necesidad de que desaparezca la violencia, pero advirtió de que para que esto ocurra "habrá que hacer el mínimo esfuerzo con rigor intelectual de plantear cuáles son las causas de la violencia y superarlas".
En este contexto situó Otegi la única "novedad" que cabe destacar en la declaración suscrita en Vitoria. Pasando por alto el punto primero de los tres de que consta el texto, que hace explícito el rechazo a la violencia que busque "intimidar y coartar la libertad de opción política", Otegi destacó el tercero, en el que se proclama que "la paz debe asentarse única y exclusivamente en el ejercicio de los derechos democráticos que permita el desarrollo en igualdad de oportunidades de todas las opciones políticas".
El ataque de Durango
Las precisiones del dirigente abertzale se producen en un momento político decisivo, cuando la dirección de Herri Batasuna, cuya marca electoral es EH, se enfrenta a la necesidad de erradicar la violencia callejera, de la que la pasada semana se produjo un rebrote, mientras lucha ante sus socios de Lizarra por tener acceso a los gobiernos de las diputaciones forales de Vizcaya y Guipúzcoa. Precisamente ayer un comunicante anónimo asumió, en una llamada al diario Gara, afín a la izquierda abertzale, el ataque perpetrado la pasada semana contra el caserío de Juan José Gaztañazatorre, concejal del PP en Durango (Vizcaya). Esa persona justificó el atentado como una denuncia del "inmovilismo del PP", al que exige "un cambio de la situación de los cientos de refugiados y de presos políticos vascos". La misma voz sin identificar precisó: "Éste es un momento ilusionante para Euskal Herria, pero no podemos quedarnos sólo con eso". A continuación, advirió: "Mientras no haya ningún paso por parte del PP, seguirán estas acciones".
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