El patrón de la patera que naufragó en Fuerteventura ingresa en prisión

El patrón de la patera que encalló el pasado fin de semana en Fuerteventura, provocando la muerte de al menos siete de los 21 inmigrantes que viajaban en la embarcación, ingresará en los próximos días en la prisión de Tahiche (Lanzarote). Así lo decretó ayer el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Puerto del Rosario, que le acusa de homicidio involuntario. Las tareas de rescate del resto de las víctimas, hasta ahora infructuosas, proseguían ayer con la participación de 50 personas.

El juez Juan Carlos Villalba ha inculpado al patrón de la patera, Abdoula Amarache, como supuesto autor de un delito de homicidio involuntario y no como coautor de un presunto tráfico ilegal de inmigrantes. Abdoula no es el primer patrón de patera detenido en Canarias, aunque sí el único que ha ingresado en prisión.La decisión se tomó tras prestar declaración en la mañana de ayer tanto el patrón como su posible ayudante, dos de los cuatro únicos detenidos por la Guardia Civil tras arribar a la costa, que han negado haber participado en la organización de la travesía desde El Aaiún (Marruecos) hasta Fuerteventura.

El patrón de la patera, que será el único que entrará de momento en la cárcel, fue implicado por los supervivientes del naufragio, que lo describieron como "un hombre fornido, de estatura baja y que vestía un pantalón azul y camisa gris de manga corta". Estos tres detenidos, así como los seis cadáveres que se han identificado, serán repatriados previsiblemente a Marruecos una vez concluidos los trámites pertinentes. Ayer se facilitaron los nombres de los cuatro fallecidos que aún no habían sido identificados. Se trata de Mohamed Alí Bugarfaui, Ibrahim Lleleg, Mohamed Salim Cumur y Mohamed Hadidi Blug.

A las puertas del juzgado de Puerto del Rosario se concentró ayer un buen número de inmigrantes, procedentes incluso de otras islas del archipiélago, para despejar dudas sobre la posible presencia de familiares o conocidos entre los fallecidos. Entre la población inmigrante de Canarias existe una gran conmoción por lo sucedido y se han denunciado las condiciones de masificación con que se realizan las travesías en patera. En lo que va de año, unos 300 inmigrantes clandestinos han llegado a las costas de Fuerteventura desde costas africanas.

La operación de rescate de los diez restantes miembros de la patera se ha ampliado ante la posibilidad de que las corrientes marinas hayan desplazado los cuerpos o los restos de la embarcación más allá de la zona en la que fueron hallados los primeros cadáveres, frente a la playa de La Señora. Una llamada a la Guardia Civil sobre la supuesta presencia de un octavo cadáver movilizó ayer a los agentes y la Cruz Roja hasta el lugar. Fue una falsa alarma.

Por otra parte, ayer fueron entregados a la Policía Nacional y a la Guardia Civil otros cinco inmigrantes irregulares detenidos en Fuerteventura, aunque parece que no pertenecen a la fatídica patera que encalló en la costa el pasado domingo ni a la que, supuestamente, llegó ayer mismo a las costas majoreras, extremo que no han confirmado sin embargo las autoridades de la isla.