Yo he sido víctima

Quiero decir que los brotes de xenofobia y racismo no son nada nuevos para mí, yo he sido víctima de ellos; y sin temor a equivocarme digo que aquí hay mucho racismo, aunque lo tengan tapadito bajo la alfombra. Mi primera queja es contra algunos tíos que ven chicas negras en la calle y les faltan al respeto como si de cosas nos tratáramos; yo he sido víctima de este acoso sexual e irrespetuoso, cosa que no hacen con las chicas blancas. Segundo, cuando voy por la calle con mi novio, que es blanco y español, no puedo ignorar las miradas de la gente o hacer que no he escuchado comentarios como "otra negra traída de Cuba por un español". Esto es un estereotipo estúpido, dado que todas las negras no somos cubanas; yo soy colombiana, y no todos los latinoamericanos somos pobres y hemos pasado calamidades; por fortuna, éste nunca ha sido mi caso. Y lo último y más aberrante ha sido que me han gritado en la calle no sólo una, sino en dos ocasiones: "Negra, lárgate a tu país a morirte de hambre". Esto tampoco es verdad; yo sólo estoy aquí de paso, he venido a estudiar dos semestres aquí sólo por mi novio; yo no soy immigrante en este país, sino en Estados Unidos, donde estoy haciendo mi licenciatura y donde nunca nadie, en los cinco años y medio que llevo residiendo en aquel país, me ha dicho eso, humillado y degradado como lo han hecho aquí en los ocho meses que llevo residiendo. He conocido algunas personas simpáticas, pero, sinceramente, me han pasado muchas cosas malas que no tengo todo el tiempo de contarlas, de las que me llevo una mala impresión de la gente de aquí, la cual comentaré con todos los que conozco en Estados Unidos. Espero que algunos aprendan a respetar a las personas, porque no todos en este planeta somos de la misma raza.- .