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Presidente rico, presidente pobre

Aunque el sueldo del líder de EEUU subirá en el 2001, otros jefes de Estado seguirá cobrando más

El sucesor de Bill Clinton en la Casa Blanca cobrará un sueldo bruto de 400.000 dólares anuales (63,6 millones de pesetas), el doble de lo que percibe el actual presidente. Así lo decidió la semana pasada, por abrumadora mayoría, la Cámara de representantes de EE UU y lo deberá confirmar ahora el Senado."Se puede argumentar que el presidente de EE UU tiene el trabajo más arduo de todo el planeta", declaró el representante republicano Tom Davis para justificar el brutal aumento. La nómina presidencial estaba bloqueada desde hace treinta años -Richard Nixon fue el último presidente en beneficiarse de una subida. Si se hubiese reevaluado en función del incremento del IPC desde los tiempos de George Washington, a finales del siglo XVIII, Clinton ganaría ahora 636 millones al año.

A pesar de que Clinton dirige la nación más poderosa del mundo, su sueldo no se corresponde con la importancia del país ni con la supuesta dificultad de su tarea. Varios líderes asiáticos poseen nóminas más abultadas, según reveló en abril la revista Yazhou Zhoukan de Hong Kong.

El más "rico" es el presidente del pequeño Estado-ciudad de Singapur, Ong Teng-Cheong, que cobró 74 millones de pesetas en 1998, seguido por el primer ministro de Japón, Kenzo Obuchi (63,9 millones), y el jefe de Estado de Taiwan, Lee Teng hui (48,2 millones). El "pobre" de la región es el presidente del país más poblado, el chino Jiang Zemin, que ganó el año pasado 196.500 pesetas.

En Europa los emolumentos son más modestos. La nómina anual del primer ministro británico, Tony Blair, se eleva a 26,3 millones, el doble de la del italiano Massimo d"Alema (13,4 millones), equiparable a la del presidente del Gobierno español, José María Aznar, que este año asecenderá a 12,72 millones. La remuneración de

38 altos cargos en nómina del Estado español, empezando por los presidentes del Consejo General del Poder Judicial y de los tribunales Constitucional, Supremo y de Cuentas, rebasa ampliamente la de Aznar.

En la Europa del Este los salarios son más exiguos. El jefe de Estado polaco, Aleksander Kwasniewski, percibe menos de 3,5 millones y su homólogo de Armenia, Robert Kocharian, tan sólo cobra 291.000 pesetas anuales después de que, en diciembre, el parlamento le denegase un incremento de 145.000 pesetas. La tendencia no es, sin embargo, a pedir aumentos sino a recortarse el sueldo para dar ejemplo. Blair podría ingresar al año 10,6 millones más de los que percibe pero ha renunciado a ello. A causa de las críticas de la prensa el presidente croata, Franko Tudjman, se vio obligado a hacer otro tanto rechazando una subida que fijaba sus emolumentos en 15,2 millones.

El que ha ido más lejos en su empeño ahorrativo ha sido, no obstante, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Anunció en diciembre que todo el importe de su nómina (2,29 millones) será dedicado a financiar colegios y él se conformará con su pensión de ex militar. "No pago nada, no pago ni la gasolina, ni el chófer, ni la comida, entonces ¿para que lo necesito?", se justificaba Chávez. Aunque se le considera un demagogo, hay algo cierto en sus palabras. Ganen poco o mucho, los presidentes apenas tienen oportunidad de desembolsar dinero porque casi todos sus dispendios corren por cuenta del Estado.

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