El Rey pide al Gobierno que los beneficios de la situación económica alcancen a todos

El Rey pidió ayer al Gobierno que persevere en su política de creación de empleo y diálogo con los agentes sociales para conseguir que los beneficios generados por la buena marcha de la economía "lleguen a todos los españoles". Don Juan Carlos dirigió este mensaje al inicio del Consejo de Ministros extraordinario que ayer se celebró en Santiago de Compostela en vísperas de la celebración del día del patrón de España. El monarca elogió la "generosidad y discreción" con que se está llevando el proceso de paz en el País Vasco y pidió un esfuerzo de unidad para culminarlo.

El último Año Santo compostelano de este milenio, que hoy vivir su día grande, la festividad de Santiago apóstol, ha reunido durante el fin de semana en la capital gallega a las principales jerarquías del Estado. El Rey, que hoy presentar en la catedral la ofrenda nacional al apóstol, se reunió ayer durante dos horas y media con el Consejo de Ministros, en una sesión de carácter extraordinario y deliberante.La sesión del gabinete, a la que sólo faltó el titular de Defensa, Eduardo Serra, de viaje en Austria, sirvió para que el ejecutivo de Aznar mostrase su deferencia con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que ha convertido el rito jacobeo en el principal reclamo turístico y cultural de la comunidad autónoma. Para subrayar el significado de esa inusual reunión del Consejo de Ministros fuera de Madrid se hizo balance de las inversiones en infraestructuras previstas para Galicia.

El Rey llegó ayer por la tarde a la plaza del Obradoiro, junto a la catedral de Santiago, donde, tras un desfile militar, se hizo la clásica foto de familia con todos los miembros del gabinete, a la que también se incorporó Fraga, quien se había hecho a un lado en el momento en que aparecieron los reporteros gráficos, pero que fue reclamado por el propio monarca. A continuación el Consejo se reunió en el pazo de Fonseca, sede de la Universidad compostelana, donde el Rey abrió la sesión con un breve discurso.

"Vivimos un momento económico esperanzador", se felicitó don Juan Carlos, "y nuestro optimismo se nutre de evidencia", entre las que citó el cumplimiento de los objetivos para la incorporación al euro, la "estabilidad económica" y "la proyección exterior de nuestras inversiones y capacidad exportadora". El monarca dijo "compartir" la "preocupación" del Gobierno para que esos beneficios se distribuyan entre el conjunto de la población y emplazó al gabinete a "seguir avanzando en el camino del diálogo con los agentes económicos y sociales" para crear más empleos.

Insistió el Rey en que España "camina hacia el final de la violencia" e instó a "unir fuerzas para culminar ese proceso". "Tenemos (...) que abrir entre todos un horizonte en el que juntos podamos escribir las pá- ginas de la paz, la concertación y la prosperidad de los españoles", afirmó el monarca, quien también destacó que España está cumpliendo "sus compromisos internacionales", como lo demuestra la participación de soldados españoles en la misión internacional en Yugoslavia.

En su respuesta a don Juan Carlos, Aznar reiteró el balance triunfalista ya habitual en su Gobierno, reflejado también en los datos del informe entregado a los periodistas al término de la reunión. "La sociedad española está atravesando, desde el inicio de la legislatura, una etapa de estabilidad, progreso y esperanza", dijo el presidente del Gobierno, quien prometió esforzarse por "consolidar el crecimiento económico en beneficio de una generación intensiva de empleo que permita, en breve plazo, normalizar la situación" del país. Para ello, acogiendo la sugerencia del Rey, aseguró que perseverar en el diálogo con los agentes sociales.