El PP rechaza 3.500 alegaciones y aprueba la construcción de oficinas para el arzobispado

El sueño de miles de vecinos del distrito Centro de ver convertido en una inmensa zona verde el solar contiguo a la basílica de San Francisco el Grande ya no se hará realidad. El PP ha rechazado las 3.500 alegaciones que en su momento presentaron las asociaciones vecinales contra la construcción de un edificio de oficinas a la vera de la basílica y llevará al pleno de este mes la aprobación definitiva del proyecto. Serán 4.500 metros cuadrados edificables, 5.000 para un polideportivo y 13.000 para zonas verdes. La decisión es "una burla y un atropello", según el PSOE.

Los aproximadamente 26.000 metros cuadrados que ocupa el solar (entre las calles del Rosario y del Jerte, la cuesta de las Descargas y la Gran Vía de San Francisco) han sido, durante años, motivo de duras polémicas. Ya en 1996 el Ayuntamiento recalificó los terrenos para destinarlos a la construcción de 120 viviendas, pero la oposición vecinal echó atrás aquel proyecto. Las 3.500 firmas de los vecinos contra el plan residencial lograron que el Gobierno municipal, del PP, reconsiderara su intención y destinara la finca a "usos dotacionales" en el Plan General, aprobado en abril de 1997.El gobierno de José María Álvarez del Manzano suscribió después un convenio con el arzobispado mediante el cual cedía a la Iglesia los terrenos para un edificio de oficinas de la archidiócesis de Madrid. La oposición (IU y PSOE) y los vecinos volvieron a protestar. Una vez más, reunieron 3.500 firmas contra el nuevo plan y las entregaron en el registro del Ayuntamiento. En esta ocasión no han servido de nada. El PP mantiene su plan.

En la comisión informativa de Urbanismo que se reúne hoy, el PP aprobará el plan especial que prevé la construcción del edificio de oficinas para el arzobispado, un polideportivo y 13.000 metros cuadrados de zonas verdes.

El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP, fue muy claro al defender esta solución para el solar de San Francisco: "Las alegaciones han sido rechazadas. Se seguirá el plan tal como estaba establecido, lo cual quiere decir 4.500 metros cuadrados edificables, 5.000 para el polideportivo y 13.000 para zonas verdes, además de un aparcamiento con plazas para la curia, y el resto, para residentes". Del Río cree que la opinión de "1.000 vecinos" no puede ser "impuesta" a la mayoría.

Lucha vecinal

Eduardo Gutiérrez, presidente de la Asociación vecinal La Corrala, concluye: "El Ayuntamiento ha pasado de los vecinos". Y dice más: "Había un compromiso para reunirnos con el arzobispado y discutir el asunto, ya que estaba dispuesto a renunciar a esos terrenos si se buscaban otras opciones".La reunión a la que se refiere Gutiérrez, según Ignacio del Río, "no existió" y en "ningún momento" el arzobispado ha planteado esa posibilidad. Ayer, este periódico intentó, sin éxito, conocer la opinión del arzobispado de Madrid. El concejal socialista Eugenio Morales también dio su opinión al respecto y consideró la decisión del Ayuntamiento de "burla y atropello" para los vecinos. Según Morales, la zona Centro tiene un déficit de 30.000 metros cuadrados de zonas verdes. Y afirmó: "Todo esto lo hacen en pleno verano, uniendo la astucia del Ayuntamiento y del arzobispado, y lo llevarán al pleno de julio aprovechando la época para mermar a los vecinos. Es un atropello típico de esa astucia eclesiástica y monjil de Álvarez del Manzano".

Ignacio del Río restó importancia a las declaraciones de Morales y simplemente aseguró que "no se trata de una burla" porque "se está cumpliendo el plan estrictamente". Del Río anunció que el déficit de zonas verdes que denuncia Morales se subsanará con la construcción de un parque en Lavapiés. Para edificar en el solar situado junto a la basílica, el Ayuntamiento convocará "un concurso internacional de ideas", similar a los que promueven los museos del Prado y Reina Sofía.

La asociación vecinal La Corrala anunció ayer que continuará "en la lucha". Como cada viernes, en lo que va de julio, instalará un cine al aire libre en los terrenos contiguos al solar para, según ellos, "mostrar nuestra inconformidad".