Correos y la operadora privada IFCC se enzarzan en una batalla por el mercado postal internacional

IFCC, una empresa española que hace envíos postales internacionales, anunció ayer en Málaga su intención de denunciar a Correos ante el Tribunal de Defensa de la Competencia, por "abuso de posición dominante y transgresión de la ley de libre competencia". Correos hizo saber que el Ministerio de Fomento ha abierto un expediente sancionador a esta empresa por "prestación ilegal de servicios de recogida y transporte de tarjetas postales internacionales". Los responsables de Correos explicaron que el expediente se acompañará de medidas cautelares para paralizar la actividad de IFCC y de acciones judiciales contra un servicio que califican de "ilegal". El gerente de la empresa, Juan Triola, acusó al ente público de "tirar basura contra la competencia", y opinó que "no pueden destinarse recursos públicos a mantener un monopolio". Según dijo, el año pasado el Estado invirtió 24.000 millones de pesetas en enjugar el déficit de Correos. Triola rechazó una por una las imputaciones que Daniel Delvert, director comercial de Correos, hizo a su compañía el miércoles. "Somos legales", insistió. "Tenemos la licencia de la Secretaría General de Comunicaciones". Desmintió también que las tarjetas se perdiesen y tardasen meses en llegar a su destino. "Nuestros envíos no tardan más de cinco días laborables", afirmó, y desafió a Correos a conseguir lo mismo. Triola explicó cómo actúa su empresa, que reexpide buena parte de sus envíos a través de los correos oficiales de Suiza, Alemania y Gran Bretaña, "y no de Polonia o Gibraltar, como dijo el señor Delvert". Correos atribuyó a IFCC el delito de vender al público "estampillas no admitidas legalmente como signos de franqueo".La empresa replicó que sus "etiquetas prepagadas" no son tasas, como los sellos, sino meros comprobantes del desembolso que hace el emisor de la tarjeta. "Y si cobramos tarifas cinco veces más altas que el correo oficial, es porque así lo marca la ley, que protege los intereses del ente público hasta el 2003, el año de la liberalización. Nosotros pondríamos precios más baratos". Triola negó también que los empresarios hoteleros obtuviesen beneficios indebidos de la venta de las etiquetas. "Obtienen una comisión, como es lógico, pero el precio de las etiquetas no varía". IFCC acusó a Correos de retener los envíos que van a parar erróneamente a sus buzones con franqueo de operadores privados, y aseguró que ellos siempre devuelven al ente público todas las tarjetas que le pertenecen.