Abdalá II de Jordania desea que España tenga "una presencia activa" en el proceso de paz en Oriente Próximo
ENVIADO ESPECIALEl presidente del Gobierno, José María Aznar, recibió ayer los parabienes de Abdalá II sobre el papel diplomático de España en Oriente Próximo. Según el nuevo rey de Jordania, nuestro país debe tener "una presencia activa" en la región. Abdalá también pidió una condonación de la deuda que Jordania mantiene con España: 104 millones de dólares. Al respecto, el Ejecutivo español, según fuentes oficiales, estudiará la aplicación de un trato preferente, como en el caso de Marruecos. El gesto de aplazar el pago de 34 millones, un tercio del total, demuestra su voluntad de ayudar con hechos, no sólo con palabras, al proceso de paz y a la consolidación de Abdalá, que visitará España en octubre.
Aznar fue recibido ayer por Abdalá, heredero de Hussein, en su palacio, en una colina en el centro de Ammán. La entrevista, 45 minutos a solas y otros tantos al frente de las delegaciones, permitió al dirigente español conocer el estado de las negociaciones de paz desde el punto de vista jordano. Abdalá, que asumió el poder en 1998, se ha revelado como un mediador con fácil acceso tanto a los israelíes como a los palestinos.
El Gobierno jordano desmintió el lunes informaciones que apuntaban al establecimiento de una confederación jordano-palestina, pero indicó que la idea sólo puede analizarse una vez que los palestinos tengan su propio Estado. El semanario Al-Hadath advertía, sin embargo, de que las negociaciones estaban en marcha y que serían paralelas a las de los palestinos y los israelíes sobre el estatuto final. En medios diplomáticos españoles se piensa que las conversaciones pueden avanzar a buen ritmo en la banda libanesa y la siria, pero ven más dificultades entre Israel y la autoridad palestina. Aznar, que el lunes se entrevistó con el presidente sirio, Hafez el Asad, considera que la diplomacia española se encuentra en una posición privilegiada en Oriente Próximo, ya que cuenta con la confianza de los principales protagonistas del conflicto. Sin embargo, su capacidad de influencia sobre una realidad tan compleja parece escasa.
La breve visita a Jordania del presidente español, menos de 24 horas, es la segunda etapa de su gira de cinco días por Oriente Próximo. Llegó el lunes procedente de Siria y ayer mismo se desplazó a Beirut. Mañana, miércoles, visitará los territorios palestinos de Gaza antes de viajar a Jerusalén. El jueves regresará a Madrid.
Antes de ser recibido por Abdalá, Aznar visitó el Parlamento jordano acompañado del primer ministro, Abdur Rauf Rawabdeh; el alcázar, de la época Omeya, cuyos trabajos arqueológicos dirige el español Ignacio Arce, y el Instituto Cervantes y depositó una ofrenda floral ante la tumba del rey Hussein. Su esposa, Ana Botella, fue recibida por la reina Rania en el Palacio Real.
Aznar, que llegó a media tarde, fue recibido en Líbano por el primer ministro, Selim el Hoss, con el que mantuvo a continuación una reunión de trabajo.
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