Al presidente de la federación de Cuba se le han escapado ya dos hijos

Ruperto Herrera, el presidente de la Federación de Baloncesto de Cuba, es la persona más afectada por la deserción el pasado sábado en el Preolímpico de Puerto Rico de cuatro jugadores y de un preparador físico de la selección.Y es que entre los desertores figura su hijo Roberto. Además, es el segundo hijo que pierde Herrera pues el mayor, Ruperto, se quedó en Argentina tras participar en un torneo amistoso hace apenas dos meses.Herrera calificó a su hijo y a sus compañeros de "traidores a la patria". Confesó no haber creído en la deserción de su hijo hasta que lo escuchó el lunes, cuando el grupo confirmó su intención de solicitar asilo político. "Si alguien tuvo todo, ese fue mi hijo Roberto Carlos", apuntó, casi entre lágrimas, el padre. El lunes, ante los medios, su hijo fue claro: "Aunque entiendo el sufrimiento de mi familia, esto lo hice por mí. Sólo podía pensar en mi bienestar". Roberto descartó que estén en peligro los puestos de su padre y de su tío Tomás Herrera, que también ha ejercido en Puerto Rico de jefe de la delegación de Cuba en el Preolímpico. "En Cuba no se toman represalias contras las familias de las personas que se van del país", dijo Roberto.

El grupo que el sábado decidió abandonar la delegación cubana, estaba formado por el alero Lázaro Borrel, quizá el mejor jugador cubano, el pívot Héctor Pino, los bases Ángel Caballero y Roberto Herrera, y el preparador físico Armando Rodríguez. Los cinco afirmaron en una conferencia de prensa que fue una decisión "personal y no política", en la que "el régimen de Cuba no tiene nada que ver". Pero añadieron: "Queríamos ser libres".

En el torneo, que dará dos plazas para los Juegos de Sidney 2000, el Dream Team IV de Estados Unidos, sigue paseándose. En el primer partido de la segunda fase venció a la República Dominicana, por 107-75. Para el segundo puesto, Puerto Rico parece el más calificado.