Velázquez vuelve a ser el centro del Prado tras la ordenación de las salas
Las obras de las cubiertas del museo estarán sometidas a tres controles durante un año
El plan museográfico del Prado, con las nuevas salas de Velázquez y el montaje de la galería central, se ha desarrollado en paralelo a las reformas de las cubiertas y los espacios de exposiciones en la planta segunda del museo. La sobrecubierta que durante tres años ha dado una imagen distinta del museo se ha desmontado en el plazo récord de tres semanas para coincidir con la visita del presidente Aznar, el próximo viernes, para ver las salas de Velázquez.
"Velázquez vuelve a ser el centro del Prado con la nueva instalación de sus obras en cinco salas, una más de las habituales, y en mejores condiciones de espacios e iluminación", declaró ayer el director del museo, Fernando Checa. La ordenación, realizada por Checa y el conservador Javier Portús, vuelve a situar Las meninas en la sala 12, que se inauguró en 1899 y que ahora se presenta con un nuevo entelado, elegido por el pintor Gustavo Torner, más altura e iluminación natural que facilita las reformas de las cubiertas.La nueva visita del presidente Aznar ha provocado el rápido desmontaje de la sobrecubierta que ha protegido desde la puerta de Goya a la de Murillo las obras de las cubiertas. El jueves se colocarán los cuadros de la sala 12, con el traslado de Las meninas, y el viernes los accesos al museo estarán despejados, salvo una grúa en la zona de Murillo, en el paseo del Prado, y andamios en la parte trasera, donde se cambiarán los tejados de los dos pabellones. En el interior, todas las salas están dedicadas a exponer los cuadros, salvo tres que mantendrán los talleres de restauración hasta la ampliación del claustro de los Jerónimos.
Los cuadros respiran
"Los cuadros ahora respiran mejor", dice Checa ante los ensayos para colgar los cuadros de la sala 12, junto a los vaciados en bronce que se trajo Velázquez de Italia. En la 14 se ha colocado la decoración de la Torre de la Parada, con temas de caza; en la 16,Las lanzas y los retratos ecuestres que formaron parte de la decoración del salón de Reinos, que tiene prevista su reconstrucción en el Museo del Ejército, dentro del plan de ampliación.
La sala 15 recoge su pintura religiosa, con sus dos Cristos, y los paisajes (como los dos de Villa Médicis) y en la 15B, las obras de su etapa final, como Las hilanderas y Mercurio y Argos.
A Velázquez se llega por las salas dedicadas a la pintura española del siglo XVII, como Zurbarán, Alonso Cano y Antonio de Pereda, y por el lado contrario, su coetáneo Rubens. Checa cree que la disposición cronológica, con Rubens, Velázquez y Goya a lo largo de la planta primera da "una mayor coherencia" a todas las piezas del puzzle de pintores y obras.
La galería central también sufre modificaciones con el plan museográfico. En la planta baja, cuya colocación definitiva se presentará después del verano, se cuelga la pintura italiana del Renacimiento y los grandes formatos de la pintura veneciana. En la planta primera, tras el naturalismo español, el resto se dedica cada tramo a Ribera y Murillo. En el centro se ha situado Apoteosis de san Hermenegildo, de Herrera el Viejo, como comienzo del barroco. "En lugar de pasear, las galerías son ahora más salas, donde la gente se detiene".
Las obras de las cubiertas y nuevas salas, con un presupuesto de 3.000 millones, están siendo sometidas a revisión por parte de los arquitectos Dionisio Hernández Gil y Rafael Olalquiaga y de la empresa constructora, aunque no se conocen todavía las causas de las filtraciones en las salas, hace un mes, desde la cubierta y por el aire acondicionado.
El propio museo realiza otra revisión, y el Ministerio de Educación y Cultura hará una tercera desde una oficina técnica de seguimiento, de próxima creación, que estudiarán el comportamiento de los materiales este verano y el próximo invierno.
Babelia
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