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Vicente Pérez

Vicente Pérez Devesa, alcalde de Benidorm, ha confirmado que contrata de nuevo a Maruja Sánchez, arquetipo vergonzante de los tránsfugas que en la historia han sido, como miembro del personal de confianza del Ayuntamiento. Los compromisos adquiridos con esta tornadiza dama son, al parecer, un tributo que el PP ha de pagar mientras gobierne. Un tributo y una afrenta que el buen alcalde debiera, cuanto menos, disimular. Jaime Molina, vicepresidente del Valencia CF, se ha referido estos días a la dudosa ética de Claudio Ranieri por los requiebros que éste le ha hecho a Piojo López. Al margen de que la deslealtad sea moneda de curso legal en el universo futbolístico, tiene narices que el citado dirigente hable de ética con la de chuzos penales que amenazan su entorno personal. La incontinencia verbal les mata.

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