El alcalde de Llucena renuncia por supuestas amenazas

Gonzalo Ribes ha sido, sin duda, el más efímero de los alcaldes valencianos en la presente legislatura. El alcalde de Llucena, una población de L"Alcalatén, elegido por mayoría absoluta gracias a los votos a favor de los seis ediles socialistas y la oposición de tres concejales populares, ha renunciado al cargo, según denuncian sus compañeros de partido, por amenazas. Ese alcalde tan breve, que es funcionario municipal, ha resuelto cambiar la vara de mando por la escoba. Ahora volverá a sus quehaceres habituales como empleado público: barrendero, alguacil, bombero; o sea, un poco de todo al servicio del municipio. Su fugaz paso por la alcaldía ha terminado, según sus compañeros, por las amenazas vertidas por un dirigente del PP local. "Eso ha sido la puntilla", ha alegado el número tres de la lista socialista, el independiente Gonzalo Puerto, posible sucesor de Ribes en la alcaldía. Puerto, que puede ser designado este fin de semana para el cargo, ha explicado que en esa población de 1.600 habitantes, "hay un registrador de la propiedad jubilado que porque tiene cuatro duros se cree el amo del pueblo". Para el futuro alcalde, "las amenazas de esta persona" pudieron asustar al alcalde". El ya ex alcalde ha alegado motivos personales, pero sus compañeros sospechan que las presiones respecto al futuro profesional del funcionario han conseguido asustarle. Llucena es uno de los bastiones del socialismo castellonense. Su anterior alcalde, Vicente Nebot, ganaba los comicios municipales por goleada. En el periodo entre 1991 y 1995 ocupó una de las vicepresidencias de la Diputación castellonense. Por su parte, el posible sucesor en la alcaldía es hijo de Gonzalo Puerto, quien también fuera alcalde de esta localidad, hijo predilecto y periodista. Llucena es una población con importantes fábricas de azulejos, implantadas en su término municipal. La localidad es uno de los focos de turismo de interior de dicha comarca.