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El Banco de España eleva a más del doble los créditos dudosos de Caja Cantabria

La Caja de Ahorros de Cantabria acabó el ejercicio de 1998 con unos créditos dudosos de más del doble a los registrados por la entidad, según la inspección de seguimiento realizada por el Banco de España. "Se han puesto de manifiesto riesgos dudosos registrados como corrientes por 6.559 millones de pesetas, que junto a los ya contabilizados elevan el importe de la inversión irregular a 12.066 millones". Esa cantidad equivale, según la Inspección, "al 4% del total del crédito, frente al 1,7% de media en el grupo comparativo". La Inspección observa también un déficit de dotaciones individuales para insolvencias por valor de 1.130 millones y otro en las genéricas por 73. La entidad contaba con unos fondos para insolvencias no asignados de 1.038 millones. Para el director general de Caja Cantabria, José María Pérez Álvarez, "no existe tal irregularidad". "La observación del Banco de España obedece a que la inspección ha realizado una reclasificación subjetiva y han unido créditos morosos con otros que no lo son, como ocurre con los concedidos a la empresa Sniace y a un grupo hotelero, cuyo pago está garantizado aunque en la actualidad pasen dificultades". Sniace tiene una deuda de 3.000 millones con la caja, y el grupo hotelero, en torno a 6.000, según Pérez, quien subraya: "Caja Cantabria está dentro de los parámetros de normalidad, a salvo de algún ajuste que haya que hacer".

Otra observación del informe es la falta de un procedimiento automático que permita identificar con seguridad los créditos íntegramente garantizados con hipotecas sobre viviendas, que computan al 50%, a efectos de consumo de recursos propios. Este defecto, que se ha cuantificado en 451 millones, ha reducido el superávit de recursos propios a 3.656 millones, el 15% de los mínimos precisos (es decir, cuenta con un exceso de recursos propios del 15% frente a una media del 25%). A pesar de ello, y a juzgar por ese dato, la entidad no presenta problemas de solvencia, según los criterios habituales del Banco de España.

Necesidad de saneamiento

El informe de la Inspección se detiene en la operación de adquisición del 3% de Indra Sistemas realizada por Caja Cantabria en junio de 1998. Dicha compra se hizo por 9.103 millones (a 4.100 pesetas la acción), pero la bajada de la cotización provocó necesidades de saneamiento por valor de 4.080 millones, "que ha tenido que adeudar en la cuenta de resultados del ejercicio de 1998". Esas necesidades se elevaban en abril de este año a 5.636 millones, lo que, según destaca el informe, supera los beneficios consolidados de la caja, que fueron de 5.088 millones. Tanto el quebranto del año pasado como el de éste "está provisionado en las cuentas de la caja", según su director general. La Inspección también "ha detectado insuficiencias en fondos especiales y minusvalías" por valor de 873 millones. De ellos, 489 corresponden a la compra de una finca rústica en 1993 en Ciudad Real por parte de Sistemas Financieros (antigua Sistemas AF que Caja Cantabria adquirió tras la crisis de esta sociedad) sobre la que la caja ya tenía constituida una hipoteca. La Inspección del Banco de España aprovecha "la repercusión patrimonial" que la operación de Indra "ha tenido en la caja" para advertir al consejo de administración de que "la actuación de sus miembros debe estar presidida en todo momento por la necesaria diligencia y máxima prudencia dado que su principal actividad es administrar fondos de terceros".

Asimismo, destaca que "el elevado índice de inversión irregular observado hace preciso insistir, una vez más, en la mejora de procedimientos de concesión y seguimiento de los riesgos, implantando controles severos que garanticen la exclusiva aplicación de criterios económicos en su gestión y contribuyan a reducir su importante cuantía ".

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