Mil niños saharauis comienzan con retraso sus vacaciones en la Comunidad

Con quince días de retraso sobre el calendario previsto, un millar de niños saharauis comenzaron a llegar ayer al aeropuerto de El Altet para iniciar sus vacaciones de verano entre las familias valencianas que se han ofrecido para acogerlos, supervisar las revisiones médicas de rigor y programarles un mes y medio plagado de actividades y experiencias imposibles en los campamentos distribuidos por el inhóspito desierto argelino en el que viven desde que Marruecos ocupó su territorio, hace 25 años. Retrasos y problemas burocráticos en la tramitación de los visados, suspensión de vuelos sin explicación previa, dos semanas de espera en tiendas de campaña cercanas al aeropuerto militar de Tindouf y dos horas de viaje, explican el cansancio que ayer se reflejaba en los rostros de los niños, que fueron recibidos en un colegio de Sant Vicent del Raspeig con refrescos y bollos antes de ser distribuidos por diversas comarcas donde asociaciones de amigos del pueblo saharaui se han sumado y organizado la campaña de acogida. El descontento e irritación inicial de las familias, que al menos en tres ocasiones se han trasladado al aeródromo alicantino para recibir a los niños sin conseguirlo, se vio compensado ayer. La estancia se prolongará hasta finales del mes de agosto, que coincide con el inicio del curso escolar en el desierto. Para entonces, los niños habrán superado carencias nutricionales y sanado de enfermedades. Lo primero, esta misma semana, será visitar al oculista, al que seguirán otros especialistas, igualmente voluntarios, para comprobar su estado de salud. Superadas las pruebas llegará el periodo de adaptación al nuevo entorno, la convivencia en parques acuáticos, excursiones a la playa y al campo, los amigos y regalos. Vivir en suma.