Dos años y medio de cárcel por retener y amenazar a su novia
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Joaquín B.A., de 26 años de edad, a dos años y medio de prisión por retener a su novia durante la tarde en que ella quiso terminar con la relación y amenazarla de muerte en un descampado donde la llevó el condenado en contra de su voluntad. Además deberá indemnizar a la chica con 565.000 pesetas por los daños morales, y a la madre de ésta, con otras 180.000, pues a raíz del suceso sufre "graves alteraciones emocionales". Según la sentencia, la joven, de 20 años, logró desembarazarse de su captor cuando se dirigieron a un centro comercial, donde ella cogió un artículo e intentó llevárselo sin pagar para que la detuvieran y tener así ante ella a los servicios de seguridad del centro. Los hechos ocurrieron el 9 de febrero de este año, en Alcobendas. Sobre las siete y media de la tarde, el acusado acudió a recoger a su novia para trasladarla al instituto donde cursaba estudios. En el trayecto se enzarzaron en una discusión, motivada por un cambio de planes para el fin de semana, ya que la joven le comunicó a su novio que deseaba celebrar el cumpleaños de su abuela. Asustada por la reacción de Joaquín, ella le comentó que se sentía "un poco agobiada" y que necesitaba "tener vida propia". Añadió que no fuera a recogerla más, porque ella no podía seguir así. En este momento, el acusado le propinó un fuerte cabezazo. Le impidió además abandonar el vehículo agarrándola del cuello y la trasladó a diversos descampados de Alcobendas, "obligando en todo momento a que ella permaneciera en el coche", relata la sentencia.
Guantes de látex
En uno de estos descampados detuvo el vehículo y le pidió que saliera del coche y se desnudara sin gritar, porque, como lo hiciera, la mataría y la enterraría allí mismo. El sujeto cogió del maletero unos guantes y un gorro negro y se los puso, al tiempo que le decía: "Son guantes de látex, ni me mancho ni dejan huella". Como ella reiteraba que le dolía el cuello y que necesitaba ponerse hielo, el acusado condujo su vehículo hasta un centro comercial. Allí dentro, en el momento en que ella se hallaba más separada del acusado, cogió un tinte de una estantería y se dirigió a una salida donde se encontraba una azafata, a la que le dijo que tenía que salir llevándose el tinte sin pagar y que avisara a los servicios de seguridad. El acusado la cogió entonces por el brazo y le dijo a la azafata que no le hiciera ni caso, porque estaba loca. Pero cuando llegó el vigilante de seguridad, el acusado se marchó y la joven pudo narrar todo lo ocurrido aquella tarde. Por otra parte, la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a seis años y seis meses de prisión a un hombre de 23 años que agredió sexualmente a siete niñas con edades comprendidas entre los ocho y los 11 años. El condenado deberá indemnizar a las pequeñas con cantidades que suman más de cinco millones.
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