Maragall y Zaplana coinciden en la defensa de una financiación basada en el consenso

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, dijo ayer estar de acuerdo en que tiene que haber un consenso en el sistema de financiación autonómica, pero este consenso pasa por la "lealtad federal". Maragall se refirió al consenso después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, del PP, pidiera un sistema de financiación válido para todos y afirmara que "sin consenso, no hay sistema de financiación posible". Ambos coincidieron en la conveniencia de que autonomías y ayuntamientos dispongan de más dinero.

El candidato del PSC a la Generalitat expuso su postura de "federalismo fiscal" acompañado de Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat valenciana. Los dos políticos participaron ayer en una mesa redonda en el marco del seminario Modelo federal y financiación autonómica, que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo celebra estos días en Barcelona. El político socialista y el popular coincidieron en señalar que el avance del autogobierno no es posible sin profundizar en la corresponsabilidad fiscal. En este sentido, el dirigente valenciano afirmó que se ha avanzado mucho y que el sistema actual de financiación es válido y positivo, pero insistió en que el "proceso no está culminado al ser una de las cuestiones pendientes que hay en España". Maragall también reclamó un "federalismo interior" para Cataluña con un traspaso de poderes del Gobierno catalán a los ayuntamientos. Modelo federal El dirigente socialista repasó lo que, a su entender, son los criterios básicos de un modelo fiscal federal. A su juicio, éste pasa por la convergencia entre el sistema común y el foral y la paulatina disminución del gasto público por parte del Gobierno central en favor de las comunidades autónomas. Maragall precisó, sin embargo, que el hecho de que el Gobierno central gaste menos no implica "empequeñecerlo". También señaló que son necesarios unos balances equitativos entre comunidades y un periodo transitorio de 10 años para corregir atrasos estructurales entre las autonomías. Eduardo Zaplana apuntó que la peor política de consenso es la que ha habido hasta ahora, que calificó de "pelea de gallineros", y puso un ejemplo al recordar al presidente extremeño, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando señaló que "los catalanes pueden tener dos lenguas pero no dos bocas" Por su parte, el ex alcalde de Barcelona prometió "un trato honorable" a Jordi Pujol en su jubilación y planteó la necesidad de empezar a buscar la fórmula adecuada para "optimizar" su personalidad política una vez retirado, según informa Efe. Maragall reaccionó así al discurso de anteayer del presidente catalán, en el que insinuó que las próximas elecciones catalanas serán las últimas a las que se presentará y auguró que en el año 2010 CiU quizá ya no esté en el Gobierno. El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat afirmó que "Cataluña necesita a Jordi Pujol y le necesitará en cualquier escenario". En esta línea, Maragall dijo: "Cataluña es algo más grande que cada uno de nosotros". También recordó que Pujol ya avanzó hace unos meses que se retiraría en al año 2003. "Pero pensé que lo diría al final de la campaña. Veo que se ha precipitado". concluyó. Por su parte, el secretario general de Convergència, Pere Esteve, relativizó las palabras de Pujol y negó que éste haya marcado una fecha para su retirada. "No creo que Pujol quiera hacer explícito en qué momento quiere acabar su carrera política", aseguró tras la reunión del comité de enlace de CiU. A su juicio, Pujol se limitó a continuar su línea de "responsabilidad" de "dibujar escenarios de relevo". Esteve se mostró seguro del mantenimiento del espacio político de CiU después de la retirada de Pujol y apostó por la continuidad de la coalición. "El proyecto de Convergència i Unió tiene vocación de duración y nuestros objetivos trascienden más allá de las personas", afirmó.