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El Ayuntamiento aumenta un 25% la edificabilidad de la "nueva Castellana"

La ampliación del paseo de la Castellana, desde la plaza de Castilla hasta la M-40, tendrá más cemento del previsto. El Ayuntamiento de Madrid, renuente hasta ahora a aumentar la edificabilidad de los inmensos terrenos que se liberarán con el enterramiento de las vías de la estación de tren de Chamartín, ha aceptado finalmente incrementar en un 25% los metros cuadrados construidos de esta operación urbanística. Así, el tercer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Ignacio del Río, del Partido Popular, ha dado su visto bueno a que de los 0,6 metros cuadrados que se podía edificar por cada metro de suelo, según establecía el Plan General de Ordenación Urbana, se llegue hasta 0,75. Dado que el suelo afectado por la denominada Operación Chamartín es de 3.120.000 metros, los inmuebles que se levanten en los casi tres kilómetros que se prolongará el paseo de la Castellana hasta la ronda de circunvalación M-40, en Manoteras, ocuparán una superficie de 2.339.000 metros cuadrados en lugar de los 1.872.000 metros cuadrados previstos inicialmente. La edificabilidad crecerá, por tanto, 467.000 metros cuadrados.

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Este aumento, destinado básicamente a facilitar la construcción de rascacielos y edificios singulares, da un nuevo impulso a la viabilidad del proyecto. El incremento, de hecho, permitirá disparar las plusvalías generadas por la venta de las viviendas y oficinas. Este dinero servirá para financiar las enormes infraestructuras necesarias para llevar adelante la operación urbanística. Este acuerdo sobre la nueva edificabilidad se hará público coincidiendo con el relevo en la presidencia del Consejo Rector de la Operación Chamartín, que se efectuará en septiembre próximo.

La ampliación de la Castellana, pese a su magnitud, no incluye la creación de viviendas sociales. Por el contrario, las más de 14.000 viviendas (cada una de 100 metros cuadrados por término medio) que se contruirán gracias a la Operación Chamartín serán de precio libre, según fuentes municipales y autonómicas.

PASA A LA PÁGINA 3

El aumento de edificabilidad se destinará a levantar rascacielos y edificios singulares

VIENE DE LA PÁGINA 1 La Comunidad, que ocupa actualmente la presidencia del Consorcio para la Operación Chamartín, debe ceder ese puesto, rotatorio entre las tres administraciones, al Ayuntamiento. Por ese motivo, el consejero de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, cesará el próximo septiembre como presidente del consejo rector del consorcio, dando paso al concejal de Urbanismo, Ignacio del Río.

Los enfrentamientos que mantienen el Gobierno regional y el municipal en materia de urbanismo han paralizado este último año el impulso que Cortés se comprometió a dar a la Operación Chamartín cuando tomó posesión de la presidencia del consorcio, en septiembre pasado. Sin embargo, fuentes autonómicas afirman que el Ayuntamiento no quería hacer público el acuerdo sobre la nueva edificabilidad hasta pasadas las elecciones. Cerrado ahora el paréntesis que se abrió con motivo de la pasada cita electoral, el Ayuntamiento ha levantado su veto.

En esta línea, fuentes del consorcio afirmaron el pasado viernes que las asperezas que hubo en el pasado, acabados los comicios, se han calmado bastante y que a partir de septiembre se avanzará más rápido.

Ignacio del Río, fortalecido en el nuevo gobierno municipal de José María Álvarez del Manzano con las competencias de Obras e Infraestructuras, manifestó, tras su toma de posesión como tercer teniente de alcalde, que la prolongación de la Castellana será una de las actuaciones prioritarias en su gestión.

"Hemos acordado que el conjunto de los edificios estarán en línea (unas 10 plantas de altura) con la Castellana actual. Es decir, mantendrán una edificabilidad del 0,6. Luego habrá un conjunto de edificios más altos o con diseño singular. Con ello subirá la edificabilidad hasta un 0,72 o un 0,75", explica el concejal.

Los integrantes del consejo rector (donde, además de las tres administracciones, se sientan representantes de Duch, la empresa que tiene adjudicada la ejecución de la Operación Chamartín, y Renfe) no han decidido aún si esos edificios singulares que elevarán la edificabilidad en 467.000 metros cuadrados se destinarán a viviendas u oficinas.

"Habrá que buscar diseños para que la operación sea viable. 0,75 es una edificabilidad baja, pero ése no es factor que se pueda interpretar de manera lineal para decidir la viabilidad del proyecto. Una operación inmobiliaria de ese tipo también depende del mercado y éste tiene ciclos que varían cada tres o cuatro años", explica uno de los responsables del proyecto.

En previsión de las fluctuaciones del mercado, Del Río se ha mostrado partidario de mantener un criterio flexible para permitir que la edificabilidad se destine indistintamente a viviendas u oficinas "en función del momento económico". Los cálculos del concejal son que, en los terrenos donde se mantenga el 0,6 de edificabilidad, se puedan levantar de 14.000 a 15.000 viviendas de 100 metros cuadrados cada una. Y todas ellas serán de precio libre. Se destinarían, además, 400.000 metros cuadrados para oficinas.

Pero a esas cifras hay que añadir las viviendas u oficinas que albergarán los 10 o 12 rascacielos que se levantarán para configurar la operación urbanística más importante planteada en Madrid. Dos de esos bloques gigantes se situarán precisamente en la plaza prevista como punto de partida de la nueva Castellana (actual nudo norte). Habrá otros dos también (de entre 40 y 60 plantas) como remate del paseo al llegar al nudo de Manoteras. Desde que, en marzo pasado, Luis Eduardo Cortés presentara los bocetos de ese proyecto, se han modificado las ubicaciones de otros rascacielos.

Aun así, en el consorcio no tienen dudas sobre las carreteras con las que conectará directamente la nueva Castellana: además de la ronda de circunvalación M-40, habrá conexiones con la carretera de Colmenar y Fuencarral-Alcobendas.

El aumento de edificabilidad se destinará a levantar rascacielos y edificios singulares

VIENE DE LA PÁGINA 1 La Comunidad, que ocupa actualmente la presidencia del Consorcio para la Operación Chamartín, debe ceder ese puesto, rotatorio entre las tres administraciones, al Ayuntamiento. Por ese motivo, el consejero de Obras Públicas, Transportes y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, cesará el próximo septiembre como presidente del consejo rector del consorcio, dando paso al concejal de Urbanismo, Ignacio del Río. Los enfrentamientos que mantienen el Gobierno regional y el municipal en materia de urbanismo han paralizado este último año el impulso que Cortés se comprometió a dar a la Operación Chamartín cuando tomó posesión de la presidencia del consorcio, en septiembre pasado. Sin embargo, fuentes autonómicas afirman que el Ayuntamiento no quería hacer público el acuerdo sobre la nueva edificabilidad hasta pasadas las elecciones. Cerrado ahora el paréntesis que se abrió con motivo de la pasada cita electoral, el Ayuntamiento ha levantado su veto. En esta línea, fuentes del consorcio afirmaron el pasado viernes que las asperezas que hubo en el pasado, acabados los comicios, se han calmado bastante y que a partir de septiembre se avanzará más rápido. Ignacio del Río, fortalecido en el nuevo gobierno municipal de José María Álvarez del Manzano con las competencias de Obras e Infraestructuras, manifestó, tras su toma de posesión como tercer teniente de alcalde, que la prolongación de la Castellana será una de las actuaciones prioritarias en su gestión. "Hemos acordado que el conjunto de los edificios estarán en línea (unas 10 plantas de altura) con la Castellana actual. Es decir, mantendrán una edificabilidad del 0,6. Luego habrá un conjunto de edificios más altos o con diseño singular. Con ello subirá la edificabilidad hasta un 0,72 o un 0,75", explica el concejal. Los integrantes del consejo rector (donde, además de las tres administracciones, se sientan representantes de Duch, la empresa que tiene adjudicada la ejecución de la Operación Chamartín, y Renfe) no han decidido aún si esos edificios singulares que elevarán la edificabilidad en 467.000 metros cuadrados se destinarán a viviendas u oficinas. "Habrá que buscar diseños para que la operación sea viable. 0,75 es una edificabilidad baja, pero ése no es factor que se pueda interpretar de manera lineal para decidir la viabilidad del proyecto. Una operación inmobiliaria de ese tipo también depende del mercado y éste tiene ciclos que varían cada tres o cuatro años", explica uno de los responsables del proyecto. En previsión de las fluctuaciones del mercado, Del Río se ha mostrado partidario de mantener un criterio flexible para permitir que la edificabilidad se destine indistintamente a viviendas u oficinas "en función del momento económico". Los cálculos del concejal son que, en los terrenos donde se mantenga el 0,6 de edificabilidad, se puedan levantar de 14.000 a 15.000 viviendas de 100 metros cuadrados cada una. Y todas ellas serán de precio libre. Se destinarían, además, 400.000 metros cuadrados para oficinas. Pero a esas cifras hay que añadir las viviendas u oficinas que albergarán los 10 o 12 rascacielos que se levantarán para configurar la operación urbanística más importante planteada en Madrid. Dos de esos bloques gigantes se situarán precisamente en la plaza prevista como punto de partida de la nueva Castellana (actual nudo norte). Habrá otros dos también (de entre 40 y 60 plantas) como remate del paseo al llegar al nudo de Manoteras. Desde que, en marzo pasado, Luis Eduardo Cortés presentara los bocetos de ese proyecto, se han modificado las ubicaciones de otros rascacielos. Aun así, en el consorcio no tienen dudas sobre las carreteras con las que conectará directamente la nueva Castellana: además de la ronda de circunvalación M-40, habrá conexiones con la carretera de Colmenar y Fuencarral-Alcobendas.

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