El PSOE andaluz desaconsejó el congreso extraordinario de Málaga
La ejecutiva del PSOE de Andalucía desaconsejó la semana pasada la celebración de un congreso extraordinario en la agrupación de Málaga y apostó por una solución menos traumática que pasaba por remodelar la dirección del PSOE malagueño. La decisión del secretario provincial, Juan Fraile, de abrir una crisis ha cogido por sorpresa a los dirigentes regionales, incluido al propio Manuel Chaves, según afirmaron ayer varias fuentes. El nombre de José Asenjo es el único que concita unanimidades para liderar otra vez a la agrupación. En el caso de que se confirme, su cargo "es perfectamente compatible" con el de vicecretario regional, aseguró ayer el responsable de Organización, Luis Pizarro.
La solución que ha dado Fraile a la petición de cambios internos por los malos resultados obtenidos en las elecciones del pasado 13 de junio era contraria a la opinión de la dirección del PSOE de Andalucía. Así se lo hizo saber el secretario de Organización, Luis Pizarro, al todavía secretario provincial de Málaga tres días antes de que el máximo órgano de decisión de los socialistas malagueños analizara los votos obtenidos en la doble convocatoria. El propio secretario general, Manuel Chaves, manifestó el sábado a algunos miembros de su partido su sorpresa por la decisión. La solución de la ejecutiva andaluza pasaba por "reforzar" y "remodelar" la dirección malagueña, pero en ningún caso abrir un periodo congresual antes de tiempo. En la memoria de los socialistas andaluces está aún fresco el recuerdo de la última crisis: casi dos años (1994-1996) de peleas internas en la que medio partido se enfrentó al otro medio. La lucha entre guerristas y renovadores fue especialmente feroz en Málaga. Aunque la situación es ahora radicalmente distinta (hay una clara mayoría en la que, salvo excepciones, conviven ambos sectores), en el PSOE se recuerda la máxima interna de que se sabe cómo empiezan los congresos pero no cómo acaban. Por el momento, la única persona que acapara todos los apoyos para sustituir a Fraile en el congreso extraordinario del mes de agosto es José Asenjo, quien ya ocupó la secretaría provincial del PSOE entre 1985 y 1992. Asenjo se ha mostrado "disponible" para asumir de nuevo el liderazgo de la agrupación, la segunda más numerosa de Andalucía, tras la de Sevilla. No obstante, personas que lo conocen bien aseguran que pedirá una cierta maniobrabilidad para formar una ejecutiva reducida en la que prime la cohesión y, sobre todo, un amplio consenso. Su probable elección como secretario provincial podría abrir un hueco en la dirección regional del PSOE, aunque Luis Pizarro subrayó ayer que ambos cargos "son perfectamente compatibles". Personas del entorno de Asenjo aseguran que éste no va a crearle un problema al secretario general y presidente de la Junta, Manuel Chaves, y acatará cualquier decisión que éste tome al respecto. "Siempre ha tenido su cargo a disposición del secretario general", recuerdan dichas fuentes. Dirigentes malagueños ven en el cambio de liderazgo una oportunidad para reforzar el papel de la agrupación de Málaga en Andalucía, ya que en estos años han surgido disfunciones entre los dirigentes de la cúpula que, en algún caso, se salvó con la mediación del propio Chaves. El secretario de Organización del PSOE de Andalucía, Luis Pizarro, manifestó ayer su "respeto" por la decisión acordada en Málaga y confió en que se dé "una respuesta rápida para fortalecer el partido con vistas a las próximas elecciones". A su juicio, lo ocurrido "no tiene nada que ver con el pasado", en alusión al antiguo enfrentamiento grupal, sino que es un "hecho localizado y puntual". Los socialistas malagueños participan también de esta opinión de prontitud y propondrán hoy que la nueva ejecutiva esté operativa en el primer fin de semana de agosto. PASA A LA PÁGINA 3
Asenjo se muestra "disponible" a ocupar de nuevo la retaría provincial del PSOE de Málaga
VIENE DE LA PÁGINA 1 La decisión de Fraile de convocar una congreso extraordinario sufrió muchos altibajos hasta el sábado. El miércoles 7 de julio a mediodía, recibió una llamada de Luis Pizarro en la que, según las fuentes consultadas, le dijo que, en vísperas electorales, había que evitar la convocatoria de un congreso porque "sería una barbaridad". Al día siguiente, hubo por la mañana una reunión en la sede del PSOE malagueño a la que asistieron, además de Fraile, cuatro miembros de su ejecutiva, entre ellos el presidente, Luciano Alonso, delegado del gobierno de la Junta en Málaga (que abandonó la reunión a la mitad para acompañar al presidente Chaves, que visitaba Málaga), y Salvador Pendón, alcalde de Ardales, secretario de política municipal y uno de los vicepresidentes de la próxima Diputación. Estaban también los alcaldes de Archidona y Vélez y el secretario de Fuengirola. Con ellos se reunieron el vicesecretario general del PSOE andaluz, José Asenjo y el responsable autonómico de Política Municipal, Rafael Centeno. Todos estuvieron de acuerdo en que había que evitar una crisis. Pendón se manifestó partidario de que Fraile compatibilizara el cargo de secretario del PSOE malagueño con el de presidente de la Diputación, para el que será elegido el 26 de julio o el 3 de agosto. Centeno replicó que la experiencia de Ronda -en donde Fraile gobernaba con mayoría absoluta y ha perdido ante el GIL- demuestra que a veces dos cargos no se pueden ejercer al mismo tiempo y llegó a proponer a Asenjo como alternativa. José Asenjo dijo, al final, que había "dos soluciones posibles" y por si Fraile aceptaba la propuesta de Centeno se mostró "disponible". Esa tarde del jueves 8, en la reunión de la ejecutiva provincial el círculo más cercano a Fraile le pide que se quede. Finalmente, el sábado, en el comité provincial, las 28 intervenciones coincidieron en reconocer su mérito en los tres años al frente del partido, sobre todo por la pacificación de las relaciones entre los grupos enfrentados, pero también reclamaron un cambio. Nadie le dice expresamente que se quede. Fraile decide entonces que se va, sorprendiendo a propios y extraños. Los dirigentes malagueños parten del mismo punto cuando analizan sus carencias: no hay un liderazgo claro, ni orientación política definida y no se trabaja con la sociedad. También hay coincidencia de que el congreso extraordinario debe hacerse de manera rápida y buscar el máximo consenso, aunque "la dirección no puede ser la simple suma de familias y sectores". Y que la ejecutiva debe pasar de los 46 miembros actuales a una tercera parte.
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