Garzón interroga a los tripulantes del "Tammsaare"

La policía española sospechó que la Operación Temple acabaría en un alijo "muy importante" desde el mismo momento en que comenzó la investigación en febrero. Así lo expuso ayer en el puerto de Las Palmas el comisario general de la Policía Judicial, Jesús Espigares. Por otra parte, el barco Tammsaare, capturado en alta mar el pasado día 4 con 10 toneladas de heroína, arribó ayer al puerto canario a las diez de la mañana. La nave llegó custodiada por el barco del Servicio de Vigilancia Aduanera Petrel, que transportaba la droga aprehendida y parte de la tripulación, supuestamente rusa. Tras ordenar el levantamiento del cadáver del segundo de a bordo, fallecido ese mismo día tras sufrir una crisis epiléptica, el juez Baltasar Garzón procedió a autorizar el desembarco de la droga; mientras, él tomaba declaración a los 15 tripulantes, primero en el propio buque, y después, en las dependencias judiciales. Posteriormente decretó su ingreso en la cárcel del Salto del Negro.

Garzón se trasladó a Las Palmas junto a Juan Cotino, director general de la Policía Nacional, y otras autoridades del Plan Nacional de Droga. Cotino cifró en más de 15 toneladas, que sumaban 519fardos, el total de droga incautada, tanto en el buque como en las operaciones realizadas en Madrid y Galicia. Las 10 toneladas que transportaba el barco estaban distribuidas en 328 paquetes de entre 28 y 30 kilos. La heroína, que se comercializaba como harina de Barranquilla (Colombia) con la etiqueta Nieve del Atlántico, viajaba envuelta en un plástico grueso para evitar su deterioro en caso de ser lanzada al mar. Tras su traslado en camiones militares a la Jefatura de la Comisaría de la capital grancanaria, la droga será analizada por los servicios sanitarios para precisar su nivel de pureza y determinar su procedencia. Dentro de unos días será quemada en el recinto militar de La Isleta.