Como pez en el agua

Benny Green Trío B. Green, piano. Christian McBride, contrabajo. Russell Malone, guitarra. Palau de la Música. Valencia, 10 de julio de 1999.En el ecuador de la tercera edición del Festival del Palau, el jazz se trasladó de la espaciosa sala Iturbi, de complicada acústica para esta música, al recinto bautizado con el nombre del maestro Rodrigo, más reducido, pero mucho más generoso también con los sonidos propios de este certamen. Es la hora de los pianistas: anteayer Benny Green, que llenó, y esta misma noche, Brad Mehldau, que ya agotó las entradas hace algunos días. Bendita hora, puesto que el primero de ambos ofreció un delicioso concierto, tan serio como divertido, que los aficionados agradecieron con aplausos entusiastas en cada pieza. El treintañero Green, que creció musicalmente con Art Blakey y Betty Carter, ha probado otros formatos, pero es en trío donde se mueve como pez en el agua y explora nuevas ideas. Ahora ha convertido su anterior triángulo, completado por un batería y que quedó concienzudamente reflejado en su álbum Testyfin" live at the Village Vanguard, en uno de cuerdas y piano, buscando otras texturas que amplíen su capacidad expresiva. Mantiene en la formación al bajista Christian McBride, brillante entre otras cosas en el manejo del arco y con quien muestra una inequívoca y chispeante compenetración, al tiempo que permite al ágil guitarrista Russell Malone dar rienda suelta a todas sus posibilidades, que son muchas. Relajación A pesar de la efusiva pulsación del pianista, que engancha al espectador, y de que todos los tiempos abordados en el concierto del viernes en el Palau de la Música de Valencia fueron medios o rápidos -nada de baladas- el trío producía un ambiente de agradable relajación donde en ningún momento faltó la inspiración, la intensidad emotiva o la destreza técnica puesta al servicio de la comunicación. Abrieron y cerraron en clave de blues, pero el sentido del blues de un Horace Silver está latente en el hacer de Benny Green, del mismo modo que no le abandona en ningún momento el sentido del swing de su idolatrado Oscar Peterson, patente especialmente en piezas como These are soulful days, tema que da título al recién editado álbum de este trío y que simboliza toda la viveza y solidez de su líder.