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El PP admite que el casco antiguo de Alicante ha sido uno de los puntos negros de su gestión El centro tradicional no ha progresado en los últimos cuatro años en el plano urbanístico

El casco histórico de Alicante continúa, pese a los promesas políticas, siendo la cenicienta de la ciudad. En el plano urbanístico y socioeconómico, apenas ha experimentado progresos en los últimos cuatro años con el gobierno en manos del PP. El fracaso en la gestión del barrio es, incluso, asumido por sus cargos públicos. Recientemente, el titular de Urbanismo en el mandato que acaba de terminar, José Ramón García, reconoció que uno de los "puntos negros" de su gestión ha sido el escaso desarrollo de los proyectos ideados para el relanzamiento del casco antiguo.

El estancamiento del barrio (como popularmente se conoce a este área de la ciudad) es más evidente si se compara con la zona opuesta -es decir, el recinto portuario, espacio en auge constante-, mientras en el primero priman la inseguridad, los desprendimientos en los inmuebles y el escaso grado de ejecución de los proyectos del llamado Plan Racha. Los vecinos son más contundentes: "El fracaso ha sido evidente en todos los aspectos, pero especialmente en el de la seguridad ciudadana y en el urbanístico", señala Francisco Huesca, presidente de la Asociación de Amigos del Casco Histórico de Alicante. La llegada al gobierno municipal del PP en 1995 supuso el carpetazo al Plan Racha programado por la anterior Administración socialista, que tampoco hasta entonces se había caracterizado por una significativa ejecución de los proyectos. El PP decidió reactivar el Plan Racha y en 1997 se firmó un nuevo convenio con la Consejería de Obras Públicas, vigente hasta el 2003, que recoge una inversión cercana a los 4.000 millones de pesetas. Sin embargo, en los dos últimos años, de las múltiples iniciativas directas previstas, sólo se han ejecutado tres: la reforma del Paseíto Ramiro (161 millones de inversión), el Museo de Belenes (10 millones de pesetas) y la segunda fase de la restauración de la Iglesia de Santa María (99 millones). Gaspar Mayor, gerente del Patronato Municipal de la Vivienda, reconoce que ha habido retrasos (por cuestiones técnicas y burocráticas) en lo que se refiere a los tres proyectos básicos para variar sustancialmente la fisonomía del barrio, o sea, el parque de la Ereta, la ampliación de la casa consistorial y la urbanización de los espacios públicos (calles y plazas). Además, Mayor también admite retrasos en el programa de promoción de viviendas de nueva planta, en concreto 96 nuevas casas que ya deberían estar en fase de ejecución. "En este sentido, se puede decir que al mandato le ha faltado un año para notar de veras la intervención pública", señala el gerente. No obstante, Gaspar Mayor asegura que en los próximos meses será cuando se empiecen a percibir los efectos del plan Racha en el barrio. "Antes partíamos de cero, es decir, no había ni tan siquiera proyectos redactados. Ahora, no sólo están redactados, sino adjudicados y en fase de licitación de las obras", subraya. El gerente vaticina que con el inicio de las obras de los tres proyectos antes mentados y el inminente comienzo de la construcción de las 96 nuevas viviendas se "dará un vuelco" al devenir del casco histórico. Mayor subraya que, pese a todo, será complejo reactivar la vida del barrio, especialmente en la parte central del casco histórico, donde el deterioro de las viviendas es mayor y también más difícil la promoción de nuevas viviendas, por la multipropiedad del suelo. Igualmente, el gerente lamenta el escaso interés de los particulares a la hora de restaurar su viviendas, "y eso que las ayudas llegan hasta el 83% a fondo perdido", matiza. Las intervenciones directas del Patronato en fachadas entre 1995 y 1999 han sido 10, con un presupuesto de algo más de 33 millones de pesetas. Por su parte, el presidente de la Asociación de Amigos del Casco Histórico insiste en que, una vez más, los proyectos del PP anunciados para reactivar esta zona se "han quedado en meras promesas". "Hay que reconocer cierto mérito al ex concejal de Urbanismo en su intento de relanzar el Plan Racha, pero luego todo quedó bloqueado por decisión del alcalde".

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