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El candidato del PP se convierte en el primer alcalde no nacionalista de la etapa democrática de Vitoria El portavoz socialista, Jesús Loza, acusa al PP de hacer una apuesta "a corto plazo"

Pedro Gorospe

Fracasadas las negociaciones del PP y el PSE, el abogado vitoriano Alfonso Alonso se sentó ayer por primera vez en el sillón presidencial de la sala de plenos de Vitoria, arropado por su familia y sus compañeros de partido. Sólo consiguió el apoyo de UA, pero el voto del resto de los concejales a sus respectivos candidatos, -salvo EH que votó en blanco- frustró la opción de los socialistas para ganar, de manera sorpresiva, con el apoyo del PNV y EH. En un pleno que apenas duró 45 minutos, Alonso se convirtió en el primer alcalde no nacionalista que tiene Vitoria en 20 años de democracia.

"No habiendo mayoría absoluta para ninguna candidatura, don Alfonso Alonso es proclamado alcalde de Vitoria". Esa frase pronunciada por el presidente ocasional de la corporación, el edil de más edad, Benedicto Barrios, también del PP, convirtió el sueño en realidad y el joven abogado de 32 años, -elegido por sorpresa candidato del PP antes de las elecciones y ganador en Vitoria a pesar de ser un político prácticamente desconocido-, relajó sus músculos. En medio de los abrazos de sus compañeros subió a la presidencia, se acercó la silla de alcalde y se sentó por primera vez, experimentando una sensación sólo reservada para dos personas en los últimos 20 años: José Ángel Cuerda y, a partir de ahora, él. "Yo vengo cargado de esperanza y tiendo la mano al diálogo, con el compromiso de defender nuestra convivencia, que es el cimiento sobre el que es posible edificar un futuro de concordia, de libertad y de paz", leyó a su nueva corporación. Intenciones que va a tener que poner a prueba, porque de momento su único apoyo incondicional es el de los dos concejales de UA. Con ellos el PP tendrá 11 ediles, frente a una mayoría opositora de 16, de los cuales siete son del PNV, cinco del PSE tres de EH y uno de IU. Tras el fracaso de las conversaciones con los socialistas, el portavoz del PSE, Jesús Loza aclaró ayer la posición de su partido: "Desde este momento estamos en la oposición", dijo. Loza lamentó que la apuesta del PP "sea a corto plazo", una apreciación en la que coincide con la portavoz del PNV, María Jesús Agirre: "no puedo aventurar si Alfonso Alonso tiene los días contados, pero lo que si se es que lo va a tener muy difícil". Abiertos El PP puede empezar acusar su situación de cierto aislamiento político, al negarse a pactar con los partidos de Lizarra, y no acceder a las demandas del PSE en Álava. Quizás por eso, el presidente del PP, Carlos Iturgaiz, salió ayer al paso de las posibles dificultades que pueda atravesar su compañero en Vitoria y aseguró que confía en la capacidad de diálogo y de trabajo para solucionar ese tipo de problemas. "Estamos abiertos a cualquier pacto, a cualquier diálogo, a cualquier negociación con el Partido Socialista para que configuremos mayorías para Álava en la línea de la defensa de la Constitución, el Estatuto y la pluralidad, que es lo que necesita Vitoria, Álava, el País Vasco y toda España" declaró. Por su parte, el portavoz de EH, Iñaki Ruiz de Pinedo, cuyo grupo votó en blanco, se mostró ayer convencido de que el PP no será "un freno al proceso de paz" en la capital alavesa porque, en su opinión, la mayoría social de la ciudad ya ha apostado por esa vía. Realizó estas declaraciones momentos después de la elección de Alfonso Alonso. "A pesar de que se vende que el alcalde del PP será un freno para el proceso de paz, en absoluto lo va a ser así porque la mayoría social de Vitoria va a ser el motor para llevar adelante ese proceso, a pesar de los intentos que pueda haber de manipulación", manifestó. El concejal de UA en el Ayuntamiento de Vitoria José Antonio Pizarro calificó ayer el cambio de rumbo del consistorio como un "acontecimiento histórico" y aseguró que, bien dentro del gobierno o en la oposición, su grupo trabajará por el futuro de los ciudadanos de Vitoria. En el resto de la provincia, salvo en Ribera Baja donde el PP arrancó la alcaldía al PNV con el apoyo del PSE, no se produjeron grandes sorpresas. Falta de quórum El Ayuntamiento de Asparrena no se pudo constituir ayer por falta de quórum al abandonar la sala los seis ediles de PNV y EH por falta de acuerdo en materia de gobernabilidad con el candidato de EA, José Luis Antía, representante de la lista más votada, también con tres concejales. Según explicaron fuentes de EH el desacuerdo se produjo por la negativa del aspirante de EA a estudiar una propuesta de los otros dos grupos para la gobernabilidad de la localidad. Por su parte, en Agurain fue reelegido Iñaki Beraza, de EA, que concurrió en coalición con PNV. En Salvatierra, donde Ramón Rabanera, el candidato a diputado del PP se presentó como cabeza de lista municipal para renunciar después del 13-J, los nacionalistas tienen mayoría absoluta, seis concejales, uno menos de los que tenían cuando se presentaron por separado.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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