CUANDO UN DRAMATURGO SE VA
La era Peymann llegó a su fin y se recordará siempre en la historia de Viena. Con fuegos artificiales y con la representación de la obra de Thomas Bernhard Claus Peymann se compra un pantalón y se va conmigo a cenar, se celebró la despedida del más polémico dramaturgo de nuestros tiempos, Claus Peymann, director del Burgtheater durante los últimos 13 años. La fiesta se desparramó por los alrededores del teatro; hubo cerveza, música y autógrafos para todos. Viena pierde un catalizador vital. Después de inyectar nueva vida en la clásica letargia teatral, provocando con sus puestas en escena incluso debates en el Parlamento, el alemán Peymann, a sus 65 años, se va a Berlín a dirigir el teatro Berliner Ensemble. El escritor austriaco Peter Handke ya ha comentado que mantendrá su estrecha relación artística con Peymann, o sea, que estrenará sus obras a partir de ahora en Berlín y no en Viena; lo mismo hará la escritora Elfriede Jelinek, y probablemente lo hiciera Thomas Bernhard si siguiera vivo.- , Viena
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