Francia reforma el sistema sanitario ante las exigencias de los usuarios Una ley autorizará al enfermo a consultar su historial clínico

El Gobierno francés ha asumido buena parte de las reivindicaciones de los usuarios de los servicios médicos. El primer ministro, Lionel Jospin, se ha comprometido a reformar la ley este año para proteger el derecho de los enfermos a la información, al consentimiento, a la dignidad y al acceso a su historial, después de los actos realizados en 180 ciudades y en los que han participado más de 300.000 personas.

El objetivo de estas reformas es "situar al paciente en el centro del sistema hospitalario". El acceso de los usuarios a su expediente médico ha sido reclamado por la mayoría de quienes han acudido a los actos. La actitud gubernamental es, sin embargo, relativamente tímida, pues habla de "acuerdo de principio para un acceso limitado", al tiempo que reconoce como obligación del médico el suministrar "una información simple, accesible, inteligible y leal a todos sus pacientes". Los estudios de medicina también serán reformados para revalorizar el título de "médico generalista". La medicina general será "una especialidad como las demás y la duración de sus estudios propios pasará de dos a tres años", dijo Jospin. Hasta ahora un porcentaje muy alto de quienes optaban por ella -más de un 30%- lo hacía después de fracasar en las pruebas de acceso a otra especialidad.

Para conectar la enseñanza con los intereses de los enfermos, los médicos de familia deberán estudiar nuevas asignaturas, como "economía de la sanidad", "epidemiología", "ética" y "relación del hombre con el medio ambiente".

Varias de estas reformas fueron anunciadas durante la campaña electoral de 1997, que ganó la izquierda. Jospin anticipó también su deseo de crear una agencia europea de seguridad alimentaria, equivalente a la Agencia Europea del Medicamento. Esa medida ha sido especialmente bien acogida por Los Verdes, que participan en la coalición de Gobierno.

La reforma incluye medidas para luchar contra la exclusión: garantizará "la sanidad gratuita para todos, independientemente de cuál sea el origen del enfermo, su sexo, edad, situación familiar, problema sanitario, opiniones políticas, religiosas, sindicales o filosóficas, tanto de día como de noche".