Las tiendas sin impuestos afirman ahora que no subirán los precios
Los viajeros que se desplacen por la UE han perdido sus privilegios fiscales en compras en aeropuertos, aeronaves o embarcaciones, las conocidas como duty free. Pocos lo sabían ayer en el aeródromo de Barajas (Madrid), pero desde hoy un decreto deroga la exención del IVA para las ventas de ese tipo. Sólo los que viajen fuera de la UE seguirán beneficiándose de la exención fiscal. Las tiendas, tras oponerse con uñas y dientes al nuevo régimen, afirman que asumirán los impuestos y que los precios no subirán.
La exención del IVA en las ventas a viajeros que se desplazan entre los 15 países de la UE ha llegado a su fin. El decreto ley, aprobado el pasado 11 de junio por el Gobierno y que entra en vigor hoy, acaba con una prórroga que había mantenido congelada seis años la puesta en marcha de la medida en el mercado interior europeo. Durante meses y meses, el poderoso grupo de presión de estas tiendas especializadas intentó mantener sus privilegios amenazando con todos los males imaginables, incluida la destrucción de decenas de miles de puestos de trabajo. Ayer resultó que de lo dicho nada.
La nueva fiscalidad no afectará a los usuarios, según los tenderos, puesto que los precios "no subirán". Todos los objetos que los viajeros suelen comprar como regalos valdrán lo mismo. Al menos así lo asegura Aldeasa, empresa propietaria de 113 establecimientos libres de impuestos por todo el mundo (104 en España). "Todos los productos de las actuales tiendas duty free serán ofrecidos en las nuevas tiendas Travel Value & Duty Free a los precios actuales, excepto el tabaco", según se lee en una nota informativa que ha enviado la empresa. "Esto significa", continúa el escrito, "que el IVA y los impuestos especiales que gravan el resto de productos serán asumidos [por la empresa] como parte del coste".
Los viajeros que compraban ayer en los establecimientos se enteraron de la nueva fiscalidad a través de los empleados de los establecimientos. Marc, un informático francés de 32 años, había comprado ayer una tableta de turrón en una de estas tiendas. Le había costado 850 pesetas. En un gran centro comercial de Madrid el mismo artículo costaba, con IVA, 25 pesetas menos. "Ponen los precios muy altos porque se aprovechan de los viajeros que tienen que comprar regalos con prisa cuando viajan de regreso a casa", se quejaba Marc.
Atrás quedaron las amenazas tremendistas para que la UE no acabara con los privilegios. Aldeasa asegura ahora que ninguno de los 2.176 trabajadores perderá su empleo. Esta empresa tuvo unos beneficios netos en 1998 de 8.383 millones.
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