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Un baño de lectura

Los libros son para el verano. Así lo debieron entender en el Ayuntamiento de Benicàssim allá por 1992 cuando pusieron en marcha el proyecto Biblioteca del Mar. Todo consiste en que el turista pueda zambullirse en la apasionante lectura de un libro de aventuras con bañador y los pies llenos de arena en una biblioteca de vacaciones; entre capítulo y capítulo, el veraneante puede salir fuera y remojarse en el mar. "Todo fue fruto de la casualidad como ocurre a menudo. Aunque aquellos eran tiempos en los que la oferta turístico-cultural de Benicàssim recibió un fuerte impulso", rememora José Antonio Portillo, animador socio-cultural y uno de los padres del invento. "Queríamos que el libro fuera uno de los protagonistas del verano", añade. La Biblioteca del Mar, una marca ya patentada por este municipio turístico, permanece abierta cada día -incluidos los fines de semana- en la isleta Doctor Jorge Comins, en el paseo marítimo de la zona de las antiguas villas. Es una gran cabaña de madera pegadita al mar donde no se sirven cañas de cerveza, ni raciones de patatas bravas. En ese recinto ocupado por varias mesas, 2.000 libros y una completa hemeroteca se impone el silencio al bullicio estival. La Biblioteca del Mar ofrece al lector ensayo, novela, fondos bibliográficos en lengua extranjera... Los visitantes pueden incluso leer a la carta: solicitan un libro y a los pocos días se trae de la biblioteca de la localicad o se adquiere. Los niños son los principales clientes de este recinto ubicado junto a una playa con bandera azul. Ellos tienen más vacaciones que nadie y el día se les hace así más corto. Carlota, de 11 años, devora La maravillosa granja de Mr. Broom y explica el argumento para demostrar que ya ha leído una buena porción de páginas leídas. María, de 10 años, no quiere ser menos. Billy y el vestido rosa es su preferido. "Éste es el primero; al final del verano me habré leído unos siete u ocho", confiesa. A Laura, la socia número 1.242 -de un total de 4.502-, le tira más la literatura infantil en valenciano: quiere releer Charli i la fàbrica de xocolata, porque le entusiasmó. Los promotores de esta actividad han preparado durante estos años dos álbumes de cromos que "resultan todo un estímulo a la lectura de los más pequeños". Al devolver el libro les dan un cromo que corresponde a uno de los 32 títulos recomendados por este par de audaces técnicos municipales. El otro álbum está inspirado en Sherlock Holmes. "Las casillas llevan inscritas párrafos de los libros que son las pistas con las que localizar la posición exacta del cromo", aclara Alfonso Ribes, el bibliotecario local. "De esta forma deben indagar entre los libros que han leído", añade. En la promoción cultural alrededor de la Biblioteca del Mar figura también, desde hace ocho años, un consolidado festival de teatro dirigido principalmente a los más pequeños. Cuentacuentos, marionetas, payasos y teatro infantil de gran calidad se han dado cita en Benicàssim. Este año, el programa de julio y agosto incluye a la compañía vasca Teatro Paraíso, a Torkolo Teatro, Aracaladanza y Uroc Teatro. En el exterior hay instalada una terraza de lectura. Guarecidos bajo una amplia sombrilla o con la espalda gratinándose al sol, los lectores repasan la prensa del día, hojean las revistas o cotillean el veraneo de los famosos desde su cómoda atalaya de Benicàssim. Daniel Domínguez, natural de Ourense, aprovecha, a 1.000 kilómetros de casa, para enterarse de cómo "marchan los pactos municipales" en su tierra. A este empleado gallego le gusta la idea: "De cero a diez, le doy un diez". Al frente de esta biblioteca, abierta sólo en vacaciones, hay dos jóvenes veinteañeras de Benicàssim. Ambas, Fátima y Laura, son diplomadas en Documentación y Biblioteconomía y han superado unas pruebas para obtener la plaza. Ellas son las encargadas del servicio de préstamo, de sugerir libros y de ofrecer información general de la población a todos los que se acercan por ese original centro cultural. "Los niños entre seis y 12 años son mayoría; los jóvenes, por desgracia, son poco aficionados a venir a por libros", detalla Laura Tárrega. Los adultos, por su parte, engullen "premios Planeta o libros del estilo de Los pilares de la Tierra". Cada año se realizan unos 7.000 préstamos. Laura, orgullosa, reconoce que en los ocho años de existencia de esta biblioteca sólo 97 libros no han sido devueltos. Para algunos, sin duda, éstas serán las vacaciones más leídas de su vida.

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