Discrepancias en TVE sobre la programación del próximo semestre

Los directivos de TVE están encontrando más dificultades de las previstas para confeccionar la programación de la próxima temporada en los dos canales de Televisión Española. El director general, Pío Cabanillas, ha anunciado al Consejo de Administración del ente público un retraso en la presentación de la nueva rejilla. La incertidumbre ha salpicado a programas como La mandrágora, que podría volver a La 2.

Los consejeros esperaban haber recibido el pasado martes las líneas básicas de la programación de la televisión pública para el segundo semestre del año. Pero no fue así. "Cabanillas argumentó que no le había gustado la rejilla diseñada por los responsables de TVE", afirmó ayer un consejero del ente público. Un portavoz de RTVE negó, sin embargo, que se hayan producido "diferencias de criterio" entre Cabanillas y el director de TVE, José Ramón Díez. En el tira y afloja sobre la programación de la próxima temporada, algunos espacios han protagonizado un baile. Los culturales de La2 La mandrágora y Al habla han estado dentro y fuera de la programación según el día. Mientras que el primero fue dado por finiquitado la semana pasada, a los pocos días resucitaba y volvía a aparecer en la oferta de la nueva temporada. Al habla ha estado también en vilo. El Instituto Cervantes, que ha colaborado en su realización, remitió el viernes pasado a RTVE un borrador para la firma de un convenio de cooperación entre ambas instituciones, pero el futuro de ese espacio es aún incierto.

La diversidad de criterios entre directivos se ha dejado sentir en otras ocasiones. Algunos responsables,por ejemplo, creían que José Manuel Parada no era el presentador más adecuado para Curso del 99, un programa que ha ocupado las noches de los jueves en TVE-1 con una discreta audiencia. Las dudas abarcan también a En clave actual, el espacio dirigido actualmente por Pedro Erquicia. Altos directivos han puesto pegas a los contenidos de este programa, que ha emitido reportajes sobre cuestiones tan dispares como el noviazgo del príncipe Eduardo de Inglaterra y Sophie Rhys-Jones, o el cáncer de mama.