La crisis del Hospital Clínico de Málaga obliga al SAS a plantearse su reforma
La masificación y las carencias han sumido al Hospital Clínico de Málaga en una crisis que ha unido a médicos, enfermeros y sindicatos en un clamor: el cese del gerente, Diego Pedrosa. La convulsión interna ha obligado al Servicio Andaluz de Salud a atender peticiones planteadas desde hace diez años: más personal, más tecnología y mayores inversiones. Los profesionales quieren una reforma global. El SAS ha tenido que recoger el guante después de que los facultativos plantearan el viernes al delegado de Salud, José Luis Marcos, la necesidad de "un proyecto de futuro".
Un inventario de las deficiencias desvela carencias en más de la mitad de los servicios de hospital. Y no sólo eso. Algunos sindicatos cuestionan el crecimiento desequilibrado del centro que ha provocado que en el mismo edificio coexistan departamentos punteros con otros tercermundistas. Aunque los primeros dardos hicieron diana en Pedrosa, hay profesionales que reconocen que "el problema no es sólo el gerente", sino las carencias estructurales. No en vano las peticiones de cese han alcanzado a la gerente del SAS, Carmen Martínez Aguayo, a quien culpan de las restricciones presupuestarias. El talante "poco dialogante" del gerente no ha facilitado las cosas: en año y medio de gestión, Pedrosa se ha enfrentado a 11 dimisiones y dispuesto varios ceses. Los usuarios sufren los efectos de la masificación. Según el Sindicato de Enfermería, algunas listas de espera llegan casi al año. La Junta desmiente este dato y cifra el tiempo medio en 53 días para las operaciones y en 76 para las consultas. "El hospital funciona bien. Puede funcionar mejor, sin duda", dice el delegado. Marcos se ha comprometido a transmitir a la Consejería y al SAS la demanda de los médicos para que se elabore un plan director y se acometan inversiones en el centro. Si Sevilla da luz verde a esta reivindicación, antes de fin de año los técnicos deberán tener diseñadas las mejoras. Antes de esta crisis, Salud ya había previsto sacar fuera las cafeterías para ganar espacio asistencial, crear un hospital de día y abrir una comunidad terapéutica para enfermos mentales. Pero estos son proyectos y los recortes son realidades: hace dos semanas se suprimieron las operaciones de alargamiento de huesos e implantes auditivos. La delegación esgrime que eran intervenciones que se hacían en el Clínico por añadidura, ya que corresponden al Materno (Málaga) y al Virgen de las Nieves (Granada). Un médico sintetiza la situación: "Queremos que se nos dote con los medios para atender a los usuarios como deseamos. Y llueve sobre mojado, porque cada gerencia ha ido dejando flecos". Pero las restricciones presupuestarias no son la única causa del conflicto. Diez años después de su creación, la diferencias entre los profesionales provenientes del Hospital Civil y de la Universidad aún persisten y provocan fricciones entre el personal. Población flotante La tempestad ha amainado en los últimos días, pero ninguno de los estamentos parece dispuesto a dejar que un centro que da cobertura a la zona más masificada de la ciudad y asume la población flotante que llega cada verano a la costa sea la cenicienta sanitaria de Málaga. [Por otro lado, la lucha contra el intrusismo y la petición de que la Seguridad Social dé cobertura a la atención podológica son los principales objetivos del nuevo Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, que quedó constituido este fin de semana en Antequera. El podólogo Claudio Bonilla, que fue elegido presidente del Colegio, informó a Efe de que la asamblea constituyente se celebró después de que la Junta diera luz verde a la creación de este órgano en la ley 9/98, con la intención de "reglar la profesión y solucionar sus problemas". En la asamblea se aprobó por unanimidad la memoria de la comisión gestora del Colegio, que también estaba presidida por Bonilla, los estatutos definitivos y la elección de los cargos directivos, con una junta integrada por doce personas que representan a las ocho provincias andaluzas].
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