"De repente hizo "chas" y se paró"
"Nos dejaron una hora colgadas ahí arriba. Una hora, sí; una hora". Laura, de 18 años, no paraba ayer de recordar el tiempo que pasó colgada en los vagones, a siete metros de altura, cuando se divertía el miércoles por la noche en la nueva montaña rusa del Parque de Atracciones, casi recién inaugurada por el alcalde el pasado 23 de mayo. "Estabámos empezando a subir", recordaba Alicia, amiga de Laura. "De repente hizo chas y se paró. Ahí estuvimos arriba. Al principio nos reíamos. Luego estuvimos calladas, y acabamos, ya te lo puedes imaginar, cabreadas, muy cabreadas". Otra chica comentó a Telemadrid: "La pieza del Tornado que me protegía las piernas me hizo mucho daño al cabo de una hora". "Al final era muy molesto y estábamos muy incómodas".
Emilia, de 18 años, estaba muy enojada tras bajar del Tornado. "A mí que paguen dinero", decía ya en el suelo. "Tenemos que ir a denunciar lo sucedido a comisaría", arengaba a varias de sus amigas. Finalmente, el grupo de chicas decidió ir a casa dormir en vez de presentarse en las dependencias policiales para denunciar lo ocurrido. Formaban parte de los miles de estudiantes que, recién acabados sus exámenes finales, acudieron al Parque de Atracciones de la Casa de Campo de Madrid a festejar la celebración.
Pero dentro de los dos trenes también había algunos adultos. "Un señor de edad media, que se hallaba inmovilizado por su arnés en la rampa, tenía a dos de sus hijos abajo", cuenta Anastasio Mora, responsable de la evacuación de los 48 viajeros. "Con las manos les tranquilizaba para que no se preocuparan". Los peores momentos fueron los del comienzo, cuando la montaña rusa quedó detenida. "Felizmente, todo se resolvió", dice.
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