Por un "botellón" más sano

Botellón o botellona. El consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, muy en su papel, no pudo evitar ayer la alternancia de género (¿política de igualdad?) al referirse a las concentraciones irregulares de jóvenes (y menos jóvenes), preferentemente en fines de semana, que dan buena cuenta de botellas de toda condición, y más concretamente de su contenido (también preferentemente alcohólico). Pérez Saldaña elevó esta situación de fenómeno social a "movimiento cultural". La pretensión de Asuntos Sociales es que, además, sea un "movimiento cultural" controlado, "de buen rollo", según reza el lema de la campaña que va a lanzar junto al Instituto Andaluz de la Juventud a partir del próximo sábado. Una batería de carteles, trípticos y camisetas, constituirá el soporte material de la campaña, cuyo arranque coincide con la celebración del Día Mundial Contra el Abuso de las Drogas. Un grupo de voluntarios repartirá in situ entre los habituales del botellón o botellona los mensajes de Asuntos Sociales, integrados en coloridos y divertidos diseños de Pedro Cabañas y Laura Gómez Cuesta. "Vive sin alcohol", recomienda en uno de sus trípticos el Gobierno andaluz, para terciar unas pocas líneas más abajo "pero si vas a tomar alguna copa...". "No se puede coartar el ocio de los jóvenes", convino Pérez Saldaña, quien destacó que "el alcohol es la droga que más les perjudica" para pedir "moderación en su consumo". Las últimas cifras del Plan Nacional contra la Droga, respaldan la preocupación del consejero de Asuntos Sociales: las muertes relacionadas con la ingesta de alcohol quintuplican a las motivadas por la adicción a la heroína. Pérez Saldaña constató, con estos números, el avance de las drogas "institucionalizadas" frente a las "sucias". "Cada vez hay más jóvenes que consumen más alcohol y cada vez se inician más temprano", resumió el consejero. Los responsables de la campaña Una botellona ¡de buen rollo! parten de una evidencia: el fenómeno tiene varias ventajas que explican su reciente éxito. "Es barata, se puede elegir el lugar entre muchos espacios singulares de nuestras ciudades y se conoce gente fácilmente", enumera otro de los trípticos, que también suma "que se respira aire sin el humo de los cigarrillos", entre las virtudes de estas concentraciones festivas. La intención del Gobierno andaluz, ante la tozudez del "movimiento cultural", es preservar las virtudes y acabar con los vicios del botellón o botellona: Pérez Saldaña esgrimió sus encuestas para asegurar que el 52,4% de los vecinos de las zonas más frecuentadas por los asiduos de estas concentraciones al aire libre se siente "molesto" y que el 38,3% de los jóvenes abusa del alcohol. Sortear la borrachera (la embriaguez aumenta los efectos tóxicos del alcohol y sobre todo provoca accidentes de tráfico), es el principal mensaje de la campaña, que recuerda el abecé del "consumo responsable": comer suficiente, nunca mezclar alcohol y otras drogas, evitar el garrafón o beber "poquito a poquito, porque hace menos daño y se saborea mejor". El consejero de Asuntos Sociales recordó que, además, "el alcohol reduce la excitación en las relaciones sexuales" y vaticinó malos tiempos para algunas empresas nacidas al calor etílico del botellón o botellona. El Parlamento andaluz prohibirá próximamente la venta de alcohol a partir de las 22.00 en establecimientos no autorizados expresamente para ello y acabará con el negocio del reparto a domicilio.