El Colegio de Arquitectos critica por "desacertada" la reforma de la Castellana

Dudosas, inoportunas y desacertadas. Con estos calificativos, un acuerdo de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid definió ayer las obras municipales de reforma del paseo de la Castellana. La reforma fue iniciada por la Concejalía de Obras e Infraestructuras de Madrid el pasado enero, cuando aún estaba bajo titularidad de Enrique Villoria, y quedó paralizada en la primavera por Juan Antonio Gómez-Angulo, concejal en funciones de este departamento municipal y próximo primer teniente de alcalde. En un comunicado, de contenido inhabitual, el órgano que colegia a los casi 7.000 arquitectos madrileños informó del acuerdo adoptado, redactado de la forma siguiente: "Manifestar a la opinión pública que la junta de gobierno del Colegio de Arquitectos de Madrid considera dudosas e inoportunas las obras de reforma del paseo de la Castellana, que se están llevando a cabo entre la plaza de Colón y la calle de José Ortega y Gasset".

El texto del acuerdo colegial añade que los arquitectos se preguntan "de quiénes parten estos criterios reformistas, que parecen continuar algunas realizaciones desacertadas, llevadas a cabo hace algunos años en el paseo del Prado y otros lugares de Madrid".

Actitud beligerante

El Colegio de Arquitectos adopta, de esta manera, una actitud beligerante ante el Ayuntamiento sin precedente en los últimos tiempos. La reforma de la Castellana consistió en el completo enlosado de los andenes de arena que caracterizaron, durante siglo y medio, al céntrico paseo madrileño, considerado un emblema del ajardinamiento romántico europeo. La zona tratada se extendió desde la plaza de Colón hasta la calle de Ortega y Gasset. Fueron colocados bancos y farolas nuevos, cercados los árboles con estrechos alcorques; tras las obras, la cota de los andenes centrales quedaron a casi un metro y medio de altura sobre el firme de la calzada. Organizaciones ecologistas y expertos en paisajística y jardinería denunciaron a EL PAÍS el sepultamiento bajo losas de la tradicional fisonomía del paseo de la Castellana. Sus críticas hallaron eco en el concejal en funciones que sucedió a Villoria, Juan Antonio Gómez-Angulo, quien decidió detener las obras, cuya tercera fase, que iba a ser sometida a pleno municipal, iba a proseguir paseo arriba a partir de la citada calle, hasta completar el enlosamiento.

El Colegio de Arquitectos señala en su comunicado que los profesionales madrileños "celebrarían que el Ayuntamiento dispusiera de un órgano específico que orientara estas realizaciones".

El texto colegial sugiere: "Éste organo debería estar formado por personas competentes en todo aquello que se refiera a la historia, la arquitectura, el urbanismo y la estética ciudadana".

El concejal Gómez-Angulo expresó ayer su "satisfacción" por el comunicado del Colegio de Arquitectos, ya que, según recalcó, él ha sido el autor de una propuesta programática electoral del Partido Popular encaminada a crear una junta de control que vigile los elementos estéticos de las vías públicas madrileñas, según informó Europa Press.