La Duma rechaza una ley clave para el desbloqueo del crédito del FMI

La Duma rusa (el Parlamento) rechazó ayer por 219 votos contra 101 una ley que pretendía imponer un nuevo impuesto a las estaciones de servicio. Los comunistas y sus aliados nacionalistas, mayoritarios en la Cámara, rechazaron un proyecto que se cuenta entre los que el Gobierno de Serguéi Stepashin considera fundamentales para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) desbloquee un crédito de más de 700.000 millones de pesetas concedido el pasado abril. Los diputados no han querido arriesgarse a pagar un alto precio en popularidad a escasos meses de que, en diciembre, se celebren elecciones legislativas. La opinión más generalizada es que la aprobación de la ley, además de aumentar los ingresos estatales, habría provocado un aumento de precio en los combustibles con repercusiones negativas para 18 millones de automovilistas.

El miércoles, el primer vicejefe de Gobierno, Nikolái Axiónenko, suscribió con 50 grandes empresas, muchas de ellas del sector energético, un acuerdo que pretendía frenar el aumento de precios de aquí a fin de año. El gesto, que para algunos analistas recuerda el intervencionismo estatal de los tiempos soviéticos, fue considerado insuficiente por los diputados, que dudan mucho de que contenga la inflación. Pese al rechazo de esta ley, no parecía ayer que Stepashin fuese a presentar una moción de confianza que, eventualmente, podría conducir a la disolución de la Duma.