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Dirigentes de IU opinan que deben ser los consejos locales los que decidan si se coaligan con el PSOE

La reflexión del coordinador regional de IU, Antonio Romero, sobre el excesivo acento de lo moral y lo abstracto del discurso de la federación y la falta de políticas concretas no ha gustado a todos los dirigentes. Destacados miembros de la dirección andaluza calificaron ayer su análisis de "simplista e irresponsable" y, aunque están de acuerdo en alcanzar un pacto global con el PSOE, discrepan de su alcance: creen que deben ser las organizaciones locales las que decidan si forman gobiernos de coalición o no. Los citados dirigentes calificaron a Romero de "cínico" y explicaron: "El descalabro federal es tan grande que ahora mismo nadie se va a ocupar de la grieta que se ha abierto también en Andalucía".

Pese a que Antonio Romero aseguró el jueves que la propuesta -que llevará hoy a la ejecutiva- para establecer un pacto global con el PSOE la había consultado con dirigentes cercanos a la dirección, los criterios y el análisis que contienen cayeron ayer como una bomba en los círculos más críticos a su gestión. En declaraciones a este periódico, el coordinador admitía errores importantes en la estrategia política de IU y anunciaba una nueva etapa para que el voto a la federación tenga utilidad formando parte de gobiernos de coalición. Varios dirigentes, que pidieron el anonimato, lamentaron ayer enterarse "por la prensa" del informe que el coordinador va a presentar hoy en la ejecutiva. Según dijeron, la propuesta de Romero es "simplista y no sabe de lo que está hablando", al tiempo que criticaron su procedimiento, ya que, a su juicio, el primer paso debería ser establecer un acuerdo global de colaboración, sin entrar en ningún caso concreto, y que sean las organizaciones locales y provinciales las que tengan la última palabra sobre si entran o no en los respectivos gobiernos. El coordinador, por el contrario, pretende que la dirección regional decida las coaliciones y dejar para los consejos provinciales la negociación del reparto de concejalías o de áreas. En cuanto a la reflexión del coordinador, uno de los críticos afirmó: "Me parece una tremenda irresponsabilidad plantear que hemos cambiado de actitud en función de unos malos resultados electorales, en vez de considerar que 1995 y 1999 son momentos políticos distintos". Este dirigente añadió que no cree que el electorado les haya "castigado" por no llegar a acuerdos con el PSOE, porque fue este partido el que se negó a hacerlo en Málaga y ha doblado ediles. "Y nosotros hemos perdido el 60%", agregó. La posición de los críticos de Romero es que la situación actual, después de cuatro años de alcaldías populares en las ocho capitales, es radicalmente diferente a la de 1995, cuando aún no se había visto la gestión de "la derecha", y por eso es necesario conformar mayorías de izquierdas. En cualquier caso, acusan a Romero de "cinismo" porque aseguran que él fue uno de los principales enemigos de los pactos con el PSOE en las anteriores elecciones. Tampoco admiten que hasta ahora el discurso de IU haya sido excesivamente abstracto y moral: "El único que se proclamó alcalde moral de Málaga fue él; los demás hemos defendido planteamientos reales", apostilló otro de estos dirigentes. Satisfacción socialista Romero llevará a la ejecutiva también que se firmen alianzas con el Partido Andalucista (PA) en los casos necesarios, como en Granada y la Diputación de Málaga, así como los nombres, que no quiso desvelar, de los integrantes de la comisión que se encargará de negociar con el PSOE. En las filas socialistas el análisis de Romero fue calificado de "positivo". El secretario de Organización de los socialistas andaluces, Luis Pizarro, afirmó que su partido va a ser "muy respetuoso" con la crisis de la dirección federal de IU y no va interferir en el debate interno para que pueda solucionarlo "con sosiego". No obstante, opinó que es prematuro hablar del número de alcaldías que le correspondería a una o a otra fuerza. "Habrá que ver que es lo más conveniente para dar estabilidad a alcaldías de progreso", dijo. Los socialistas prevén iniciar las negociaciones con IU la semana próxima y no quieren entrar en reproches porque "el debilitamiento de cualquier fuerza de izquierda fortalece siempre a la derecha", puntualizó Pizarro.

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