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Un ladrón asalta la vivienda del conserje mayor del Museo del Prado

Un cuchillo de cocina, una cartera de bolsillo con 6.000 pesetas, una bolsa deportiva con ropa y un radiocasete fueron las piezas del botín. El robo se produjo en la madrugada del lunes al martes en el interior de la vivienda de Pedro Sobrino, conserje mayor del Museo del Prado, un pabellón que se encuentra dentro del recinto, en teoría, mejor vigilado de España, aunque sólo comunicado indirectamente con él. La sustracción, denunciada en la comisaría de Retiro, fue confirmada por la policía.

El robo en la casa del conserje mayor del Museo del Prado fue "curioso y raro", comenta con perplejidad el afectado, Pedro Sobrino, que lleva 22 años allí empleado y hoy reside, con su familia, en el recinto del museo. La sustracción de tan aparentemente magro botín se produjo de madrugada. "Mientras mi esposa, dos de mis hijos y yo mismo dormíamos", añade. "El ladrón subió hasta el segundo piso del pabellón adjunto al museo, donde vivimos, a través de un castillete de andamiaje de las obras". Éstas se realizan también en la contigua galería pictórica, una de las más vigiladas del mundo, con un cuerpo propio de vigilantes de 140 miembros y una contrata de seguridad, más un sinfín de circuitos de vigilancia electrónica, explica el conserje mayor. La primera planta del pabellón donde se produjo el robo tiene cinco ventanas, más una ciega, protegidas por un enrejado; la segunda, siete, sin enrejar. Para consumar el robo, su autor tuvo que cruzar la reja de aluminio que cerca todas las obras; ascender los dos pisos del andamiaje del pabellón;abrir las ventanas, esa noche entreabiertas por el calor, y penetrar con sigilo a la vivienda. El pabellón, de ladrillo y tejas con tragaluz, no conecta directamente con el Museo del Prado, pero se ubica en su recinto: tiene un patio trasero cruzado ahora por una valla de 1,80 metros, tras la que comienzan las escaleras metálicas y andamiajes allí dispuestos para la reparación de la cubierta del Prado. "Quizá el caco deseaba demostrar algo que no logro descifrar", dice un empleado.

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