IU da un giro radical y plantea al PSOE pactos de coalición en Andalucía

"Izquierda Unida ha hecho un discurso de lo moral y de lo abstracto, ahora iniciamos una nueva etapa y es necesario entrar en los gobiernos". El coordinador andaluz, Antonio Romero, anunció ayer un giro radical de la estrategia de la federación y ofreció al PSOE alcanzar un pacto global en el medio centenar de municipios donde suman mayoría para "impedir que gobierne la derecha". La propuesta incluye al Partido Andalucista (PA) -con quien IU dijo que no negociaría jamás- en los casos que es necesario, como Granada y la diputación de Málaga. La ejecutiva de IU-CA aprobará mañana la comisión que tratará con el PSOE. El descalabro electoral de IU ya tiene consecuencias en la práctica. La federación, que hasta hace muy poco sostenía la premisa del sorpasso y el discurso de "programa, programa, programa", ha decidido mudar la estrategia y entrar en gobiernos conjuntos con el PSOE.

Romero dijo ayer a EL PAÍS que la abrumadora pérdida de votos -que en Andalucía es menor en casi cinco puntos a la del resto de España- no se remonta con dimisiones sino con un cambio de planteamientos: "Hemos pagado la resaca de una política anterior, en la que primaba lo moral y lo abstracto. La gente se pregunta qué utilidad tiene el apoyo a IU, por eso es necesario entrar en los gobiernos de progreso e ir a lo concreto".

Como primer paso, el coordinador regional elevará mañana a la Ejecutiva autonómica una propuesta para nombrar ya a los miembros de la comisión que debe negociar con el PSOE. El acuerdo, tomado tras consultar con dirigentes cercanos a la dirección, contiene una oferta clara, sin condicionantes imposibles y con un método sencillo: "Poner encima de la mesa el medio centenar de municipios donde socialistas e IU suman mayorías y establecer un pacto global, de manera que el Partido Popular no acceda a ninguna alcaldía".

Romero ya tiene una aproximación, según la correlación de fuerzas, de lo que podría ser el resultado: 30 alcaldías para los socialistas y 17 para IU. "Aún restan algunos flecos en los pueblos pequeños que no sabemos exactamente cómo quedan, pero el pacto debería afectar a todos", explicó el coordinador andaluz de la federación. Otro de los criterios de la oferta es configurar un frente anti GIL para "aislar el fascismo" de su fundador, Jesús Gil, en el que entraría también el PP.

Por primera vez la federación se muestra partidaria de unir sus fuerzas al PA, hasta el momento descartado en todas las hipótesis. "Estamos dispuestos a negociar con los andalucistas en Granada y en la Diputación de Málaga porque el nuevo PA, si no se incorpora al equipo de Soledad Becerril en Sevilla, puede ser muy distinto e inclinarse por políticas progresistas", reflexionó Romero, para quien lo importante en esta ocasión es que la derecha "no gobierne allá donde sea posible". "El PP tiene motivos para estar preocupado", prosiguió Romero. "PSOE y IU son mayoría y los populares no pueden descalificar los pactos porque es lo que quiere el electorado".

Presión a los andalucistas

El PSOE, por su parte, presiona al PA para desbancar a Soledad Becerril de la alcaldía de Sevilla. El PA, cuarta fuerza política de la comunidad, se ha convertido en la novia a la que pretenden el PP y el PSOE para lograr las alcaldías de Granada y Sevilla. Dueño de la llave de la gobernabilidad en ambos ayuntamientos, los andalucistas tienen que decidir antes del 3 de julio, fecha en la que se constituyen las corporaciones, si pactan con la derecha o con la izquierda. En juego están no sólo estos importantes ayuntamientos sino la credibilidad de los nacionalistas, socios en el Gobierno andaluz de los socialistas. "No se puede jugar a todas", les recordó ayer el presidente de la Junta, Manuel Chaves, en alusión al caso del municipio de Sevilla.