La inflación en EEUU se mantiene estable y provoca el alza de Wall Street y el dólar
El índice de precios al consumo estadounidense registró en el mes de mayo un crecimiento del cero por ciento, frente al aumento del 0,7% en abril. Según el dato de abril, la tasa de inflación interanual queda en el 2,1%, aún elevada en comparación al 1,6% registrado en todo 1998. Sin embargo, el dato de abril hace más improbable que la Reserva Federal aumente los tipos de interés a finales de junio para frenar un alza de la inflación. Wall Street reaccionó al dato con un ascenso del 1,77%, 187,20 puntos, mientras que el dólar volvió a apreciarse frente al euro, que ayer llegó a 1,031 dólares.
Una buena e inesperada noticia devolvió ayer el optimismo a la Bolsa de Wall Street y, en general, a los agentes económicos de Estados Unidos. En contra de lo que se preveía, la inflación en la principal potencia económica del planeta sigue bajo control, lo que parece hacer innecesaria la subida de tipos de interés para la que se preparaba la Reserva Federal [banco central de EEUU], dirigida por Alan Greenspan. El índice de precios al consumo (IPC) se mantuvo estable en mayo, según el Departamento de Trabajo. Tras un abril en que el IPC creció un 0,7%, la mayor subida mensual en nueve años, EEUU se preparaba para el anuncio del regreso de la inflación, con el corolario de una subida de los tipos de interés de la Reserva Federal en la reunión que este organismo celebrará los próximos 29 y 30 de junio. Las previsiones más optimistas cifraban en un 0,2% la subida del IPC en mayo, lo que hubiera consolidado el rebrote inflacionista y convertido en casi inevitable la subida de tipos. Confianza en Wall Street Pero no, la subida del IPC en mayo fue cero. Y ese dato devolvió a los operadores económicos la convicción de que EEUU sigue manteniendo la buena situación de los últimos ocho años: un ritmo de crecimiento sostenido, con una baja tasa de desempleo y sin inflación. Wall Street reaccionó con un ascenso del 1,77%, 187,20 puntos al cierre de la sesión, mientras que el dólar volvió a apreciarse frente al euro. La moneda europea, que se había recuperado hasta 1,050 dólares, llegó ayer a 1,030 dólares. Tras el dato de ayer, la tasa interanual de inflación se sitúa ahora en el 2,1%. En todo 1998, el aumento del IPC fue del 1,6%, el menor en una docena de años. En mayo descendieron los precios de la ropa y los automóviles y subieron los de la vivienda y la asistencia médica. La inflación subyacente (sin energía y alimentos frescos) se ha quedado en mayo en el 2%.
La subida del 0,7% del mes de abril, que estuvo impulsada por un incremento de casi el 21% de los precios de los combustibles, provocó una gran preocupación en la Reserva Federal. En su última reunión, la del 18 de mayo, el organismo presidido por Alan Greenspan mantuvo los tipos de interés, pero advirtió que se preparaba para subirlos a finales de junio si se confirmaba la continuidad de la tendencia al alza de los precios.
Greenspan declaró el pasado lunes que la gran arma de EEUU para controlar la inflación en los años noventa, los constantes aumentos de productividad derivados de la incorporación de la informática y todas las nuevas tecnologías de la comunicación, no "puede continuar funcionando de manera indefinida". Esas declaraciones reforzaron la impresión general de una inminente subida de tipos.
Como reacción a los efectos negativos de las crisis financieras internacionales sobre la economía estadounidense, menores, en cualquier caso, que lo previsto, la Reserva Federal bajó sus tipos el pasado noviembre, por tercera vez consecutiva en menos de dos meses. Quedó en el 4,5% el tipo de descuento, que es el principal, y en 4,75% el de fondos federales.
Esa decisión consiguió su objetivo de reactivar el consumo de los particulares y la inversión de las empresas, que han sido vigorosos en los últimos meses y han estado acompañados de un gran optimismo de los agentes económicos de EEUU en la capacidad de su país en mantener la expansión de esta década. El PIB, el primer trimestre de este año, fue del 4,1%, y la tasa de paro se situó en mayo en el 4,2%, la más baja desde febrero de 1970. No obstante, para algunos expertos, la subida nula del IPC en mayo no significa que la Reserva Federal no suba los tipos. Para Alberto Ruiz, de Analistas Financieros Internacionales, la evolución del mercado de bonos a corto plazo son el mejor termómetro para medir lo que se espera de la Reserva y éste apuesta por una subida puntual de tipos de un cuarto de punto para este año y que pasen del 4,75% al 5,75% para mediados del 2000. Tanto para Ruiz como para Jesús Sánchez Quiñones, de Renta 4, la última reducción de tipos en un cuarto de punto fue preventiva y el peligro que conllevó a la bajada ha disminuido, tal es el caso de China, que no sólo no ha devaluado, sino que ha bajado sus tipos; Brasil, cuya economía ha respondido mejor de lo esperado, y Japón, cuyo despegue económico parece haber comenzado. Por lo tanto, aún es previsible una subida de tipos por parte de la Reserva Federal.
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