La Junta se declara "desbordada" al dispararse el número de menores inmigrantes que debe tutelar
La Consejería de Asuntos Sociales se las está viendo y deseando para hacer frente a la avalancha de menores magrebíes que se cuelan en España a través de Andalucía y que la Junta está obligada por ley a tutelar. Sólo en el primer trimestre de este año ha tenido que alojar y proteger en los centros de menores de la región a 172 niños del Magreb, frente a los 108 que recogió en el mismo periodo del año pasado. No obstante, el detector de calor humano en Algeciras para localizar a polizones que llegan de África ha puesto en jaque durante el mes de mayo a los servicios de la Junta.
Pérez Saldaña dijo ayer, durante un encuentro informal con un grupo de periodistas, que esta misma semana va a poner este problema sobre la mesa del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, porque Andalucía, como puerta de entrada de Europa para los menores africanos, "está asumiendo sólo con sus fondos un problema que es compartido con otras comunidades autónomas y otros países de Europa". Andalucía, Madrid y Cataluña han experimentado en el primer trimestre de este año un incremento medio del 37% en la llegada de menores inmigrantes y en Andalucía el crecimiento del último mes ha sido "inusitado" con la puesta en funcionamiento en el puerto de Algeciras de un detector de calor humano, que localiza a las personas ocultas en los bajos de los vehículos que trasbordan los barcos que cubren las líneas entre Ceuta y Melilla y la citada ciudad gaditana. Este sistema de calor ha permitido en los últimos día la localización de ocho menores o de inmigrantes sin papeles que dijeron serlo para evitar una rápida expulsión. "Ese grupo puso al borde del colapso a los servicios de menores gaditanos", manifestó el consejero. Tres de estos menores, calificados como "conflictivos", han sido remitidos a Málaga. Sólo entre enero y marzo de este año, señaló Pérez Saldaña, han ingresado 172 menores inmigrantes en centros andaluces, donde cada plaza tiene un coste diario de 6.500 pesetas. Especialmente significativas ha sido las cifras de Sevilla y Jaén. En la primera se localizaron durante el primer trimestre del año pasado 2 inmigrante menores de edad, pero en el mismo periodo de este año ya se han localizado 18; en la segunda, se ha pasado de 17 a 38 menores. Pérez Saldaña explicó que estos chavales, la mayoría procedentes de los territorios marroquíes que rodean Ceuta y Melilla, saltan a España en busca de trabajo. "Pero aquí está prohibido que trabajen si son menores de 16 años, por lo que nosotros, en aplicación de la ley, los tenemos que recoger en nuestros centros", argumentó. Precisamente estos menores magrebíes, algunos de ellos frustrados por no poder trabajar, como era su propósito, y alojados en los centros de niños, son los que han provocado incidentes como los que llevaron al cierre del establecimiento de acogida urgente de menores Talita-kum, de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Ahora, Asuntos Sociales ha llegado a un acuerdo con los propietarios del centro, la Asociación Jesús Abandonado, para que la Junta se haga cargo de la gestión de uno de los tres centros de esta entidad para disponer de 30 plazas de acogida. El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, se refirió también a este problema en un acto celebrado en Sevilla y aseguró que "el aumento de los adolescentes va a continuar" y destacó este asunto como "el más grave que trata la Oficina en estos momentos". Chamizo añadió que estos chavales "son conflictivos porque vienen a ganar dinero al paraíso para ayudar a sus familias y acaban en un centro de menores", informa Efe.
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