Guterres critica el pacto BSCH-Champalimaud y avisa que "Portugal no es una república bananera"
El primer ministro portugués, António Guterres, se lanzó ayer de lleno a la polémica desatada por la entrada del Banco Santander Central Hispano (BSCH) en el capital del grupo Champalimaud. Guterres afirmó que "Portugal no es una república bananera, y el Estado debe ser respetado". Mientras, la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) portuguesa decidió ayer levantar la suspensión de la cotización en Bolsa de las empresas del grupo Champalimaud, tras estimar suficientes las informaciones aportadas sobre su pacto con el banco español.
En su primera declaración sobre el acuerdo entre el Santander Central Hispano y el grupo Champalimaud, el primer ministro portugués, António Guterres, afirmó ayer que "Portugal no es una república bananera y el Estado debe ser respetado". En contra de su habitual conducta, siempre prudente hacia España, Guterres calificó de "irrelevante" que el Gobierno de Madrid haya sugerido a Lisboa que no intervenga en negocios que afectan a empresas privadas en una Europa sin fronteras. El jefe del Gobierno portugués explicó que "el Ejecutivo actuará con respeto a la legalidad y a las normas comunitarias, pero defenderá el interés nacional y la preservación de la dignidad del Estado. Portugal no es una república bananera y el Estado debe ser respetado", insistió. Antonio Guterres no quiso adelantar las acciones que el Gobierno puede tomar en relación al acuerdo entre el BSCH y Champalimaud.
Por otra parte, la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) portuguesa levantó ayer la suspensión de la cotización en Bolsa de todas las sociedades del grupo Champalimaud, tras considerar suficientes las informaciones reclamadas sobre su acuerdo con el Banco Santander Central Hispano (BSCH).
El banco español tomará el 40% del grupo Champalimaud. Éste controlará, a su vez, el 1,6% del BSCH. El grupo Champalimaud calificó la suspensión de cotización, decretada el día anterior, de "presión intolerable del Gobierno portugués".
Por su parte, el ministro de Finanzas, António Sousa Franco, recibió ayer por la tarde los dictámenes iniciales sobre el acuerdo, realizados por el Banco de Portugal, el Instituto de Seguros, la Fiscalía General del Estado y la CMVM. Según fuentes oficiales, el Gobierno analizará todos los informes y en los próximos días anunciará el dictamen definitivo. Fuentes consultadas consideran "improbable" que el Gobierno pueda bloquear el acuerdo por razones jurídicas derivadas de una supuesta violación de obligaciones contraídas por parte de la familia Champalimaud en las privatización del grupo asegurador Mundial Confiança y del Banco Pinto & Sotto Mayor.
"Interés nacional"
No obstante, los medios de comunicación lusos sostienen que el Gobierno socialista de António Guterres podría vetar el acuerdo por razones políticas invocando el "interés nacional", decisión que con seguridad sería recurrida ante los tribunales. El secretario de Estado de Finanzas, Fernando Teixeira, ya explicó su "desagrado y estupefacción" por el acuerdo con el banco español, y acusó a Champalimaud de haberse aprovechado de "un trato de favor" del anterior Gobierno conservador en la etapa de las reprivatizaciones.Gran parte del imperio Champalimaud fue nacionalizado durante la revolución de los claveles, en 1974. [Mientras, el presidente de Mundial Confiança, Carlos Santos Ferrero, amigo de Guterres, dimitió ayer "por razones personales". Algunos medios de comunicación locales señalaban que el motivo de la dimisión ha sido su oposición al acuerdo con el BSCH, informa Efe].
Un comunicado conjunto BSCH-Champalimaud difundido ayer explica que el financiero luso tiene garantizada la mayoría del capital y del voto en el consorcio que lleva su nombre, por lo que carecen de sentido las críticas a una pérdida del control nacional sobre el primer grupo financiero privado del país.
Añade que "no ha sido acordada ni está prevista cualquier sindicación de los votos relativos al grupo Mundial Confiança ni a los bancos Pinto & Sotto Mayor, Totta & Açores o Crédito Predial, por lo que el BSCH no tendrá derecho, ni indirectamente, a designar más de la mitad de los miembros de sus órganos de administración o de fiscalización en estas sociedades".
Por último, y "para mantener el control familiar y portugués del grupo Champalimaud", explica, "el BSCH aceptó también que la familia tenga un derecho de preferencia".
Mientras, la firma financiera y consultora estadounidense Salomon, Smith & Barney hizo público ayer un estudio en el que recomienda la compra de acciones del nuevo consorcio, tras asegurar que las acciones del grupo Mundial Confiança y del Banco Pinto & Sotto Mayor se revalorizarán, tras el acuerdo con el BSCH, entre un 35% y un 44% en el plazo de un año.
La misma consultora estima que los títulos del grupo bancario español se revalorizarán en Bolsa un 5% en el mismo periodo de tiempo.
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