Antic no tiene más que elogios para su guardameta

El Atlético de Madrid puede maquillar a última hora el peor curso de su historia. Tiene un título a mano y la clasificación para la próxima Copa de la UEFA cerca -necesita ganar la final o que el Valencia se meta en Liga de Campeones-, un premio impensable en función del desastre de la temporada. Pero el equipo se ha recompuesto al final, ha levantado el ánimo y, sobre todo, se ha encontrado al mejor Molina. El guardameta, sumadas sus paradas en la ida a las de ayer, es el gran responsable de la clasificación del Atlético para la final de la Copa. La mayoría de las opiniones escuchadas ayer reconocían el peso del portero rojiblanco en el devenir de la eliminatoria. "Ha estado acertado en todo", afirmó tras el duelo Javier Irureta, el entrenador del Deportivo., quien con más rotundidad se pronunció al respecto: "El guardameta del Atlético ha sido el artífice de la clasificación de su equipo". Radomir Antic, el entrenador del Atlético, encontró otros jugadores a los que regalarles las bonitas palabras. Se refirió a Geli -"bravura, casta, se puede contar con él"- y Bejbl -"se nota su presencia"- también habló de Juninho y Valerón problamente porque desde su retorno al banquillo la obsesión del técnico ha sido desmentir la condición de incompatibles que ambos jugadores tuvieron colgadas con los entrenadores anteriores: "Lo que necesitaban es cariño. Con continuidad son capaces de demostrar lo que valen. Juninho ahora juega para disfrutar, y esa emoción que siente le ayuda a superarse".

Pero Juninho y Valerón tuvieron menos importancia en lo de ayer que Molina, el guardameta que lleva varias citas parándolo casi todo. "Cuando las cosas salen mal es culpa de todos y cuando salen bien, lo mismo. Yo me siento en forma, es cuestión de rachas", comentó el portero, que posiblemente realizó ayer en un tiro de Ziani la parada de su carrera. Y como premio, el Atlético ya le tiene designado un sustituto. Son las cosas de este equipo

Los jugadores del Atlético, por otro lado, en un momento determinado olvidaron las directrices de su entrenador. Antic preparó el partido con todo detalle. Los lanzamientos de faltas directas serían obra de Juninho, Lardín o Valerón. Este último cambió de opinión a última hora. En lugar de lanzar directamente a la portería del Depor, prefirió ceder el balón en corto a su compañero Serena. El jugador italiano se destapó con un gran trallazo desde fuera del área.

Songo"o nada pudo hacer. El balón entró por la escuadra. Menos mal que los jugadores desobedecieron a Antic.