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La gestora del PSPV aplicará mano dura para frenar el descontento por el resultado electoral

"Somos imparables, gracias por tu colaboración". Este es el texto remitido por la presidenta de la gestora del PSPV, Juana Serna, a varios alcaldes socialistas que han revalidado sus mayorías en las últimas municipales. Una visión triunfalista que no es unánime en el socialismo valenciano, donde ayer empezó a emerger el malestar por los resultados electorales, fundamentalmente en los comicios autonómicos. La gestora, controlada por ciscaristas y asuncionistas, está dispuesta a aplicar mano dura para frenar el descontento y la imagen de división, aunque ya hay voces que piden un congreso extraordinario.

En plena campaña electoral, el responsable de Organización del PSPV en la gestora, Baltasar Vives, ya inició la revisión de los censos de aquellas agrupaciones que se han mostrado más rebeldes con la mayoría de ciscaristas y asuncionistas que controlan la dirección provisional. La comarca de La Vega Baja, la ciudad de Valencia y La Safor, que no son afines a la dirección en funciones y aportan un buen paquete de delegados en los congresos, son los primeros objetivos de Vives, en coordinación con el responsable federal de Organización, Ciprià Ciscar. En la ejecutiva federal del PSOE del pasado lunes, la dirección socialista evaluó como positivos los resultados globales y obvió la situación del País Valenciano donde la sorpresa anunciada en campaña electoral por Ciscar -llegó a manifestar que el PSPV obtendría un millón de votos en las autonómicas- no se ha producido. El portavoz de la gestora, Andrés Perelló, y el coordinador electoral, Vicent Garcés, mantuvieron ayer el discurso triunfalista de la noche electoral. Perelló aseguró: "El partido ha conseguido, en poco tiempo, ilusionar a la militancia y volver a enfocar el referente progresista en torno al PSPV y conseguir que capas electorales que habían dado la espalda al partido vuelvan a mirar hacia nosotros". Vicent Garcés señaló: "Es previsible que los resultados ayuden a tranquilizar la vida interna del partido socialista. Es un resultado que, sin habernos dado mayoría suficiente para gobernar, en cambio, sí que ha señalado ese principio de recuperación positiva importante". Un análisis que no es compartido por el diputado nacional y ex secretario de Organización con Joan Romero, Joan Ignasi Pla, que ayer afirmó: "Hay que trabajar para reforzar a Asunción, pero para que eso ocurra sería necesario convocar ya un congreso extraordinario. Si eso no se hace no se podrá trabajar cohesionadamente, porque la dirección tendría que ser estable y los militantes deberían pronunciarse". "La corresponsabilidad exige ahora que la gestora dé un paso adelante, porque la gente está bastante decepcionada", sentenció Pla, que indicó que "no ha habido un referente claro de oposición y la dimisión de Romero se ha notado, especialmente donde no se gobernaba, ya que en los lugares con alcaldía socialista se ha aguantado el tirón". Un destacado dirigente del PSPV, adscrito al lermismo y que insistió en permanecer en el anonimato, se mostró profundamente indignado por el resultado y recordó que en 1995 por mucho menos se produjeron dimisiones. Este dirigente socialista argumentó que era necesario hacer autocrítica y explicó que, a su entender, la gestora puso la campaña electoral en manos del PP, que estaba interesado en hacer una campaña autonómica en vez de municipalista para evitar que el previsible tirón del PSPV en los ayuntamientos repercutiese en los resultados a Cortes Valencianas. "Se ha hecho al revés y creo que la gestora tendría que dar explicaciones", sentenció. Los seguidores del dimitido Joan Romero y de Joan Lerma apuntan a Ciscar como responsable del desastre electoral en la Comunidad Valenciana, donde interpretan que ha primado sus intereses orgánicos por encima de los electorales. La pérdida en concejales socialistas es evidente (118), mientras que en las autonómicas "hay más distancia con el PP que en 1995 con toda la oleada sobre la corrupción que sufrimos", señala un dirigente crítico con la gestora. Sin embargo, la gestora se aferra a que se ha aumentado un 0,12% en porcentaje de voto respecto a la convocatoria anterior y se han logrado tres escaños más (que ocuparán representantes de Nova Esquerra). En este clima enrarecido y de división del PSPV, el próximo portavoz parlamentario socialista, Antoni Asunción, esperará hasta hoy para hacer una evaluación pública de los resultados electorales y, previsiblemente, responder a la oferta política realizada ayer por el popular Eduardo Zaplana. Asunción, sin embargo, ya ha mostrado su voluntad de alejarse de las cuestiones orgánicas y concentrarse en consolidar la labor de oposición en las Cortes Valencianas para mejorar los resultados en las próximas elecciones generales. La gestora, inicialmente, no tiene previsto convocar ningún congreso extraordinario, al menos hasta tener garantizada una importante mayoría orgánica. Además, alegan sus miembros que antes de las generales no sería conveniente un congreso extraordinario y, si se hace después, quedarían pocos meses para el congreso ordinario.

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