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Los socialistas harán una oferta de diálogo a Izquierda Unida y al PA

Lourdes Lucio

La ejecutiva regional del PSOE de Andalucía hará una oferta de diálogo a Izquierda Unida y al Partido Andalucista para formar mayorías de progreso, aunque no se atreve a pronosticar una reedición de los pactos de la izquierda de 1979, que dejó en la oposición al partido más votado de entonces, la UCD, en la práctica totalidad de los ayuntamientos andaluces. El secretario regional de Organización, Luis Pizarro, mostró ayer cautela respecto a las futuras negociaciones. "Tenemos voluntad de dialogar con IU y el PA para conformar mayorías estables y de progreso. Depende de ellos", apostilló. Los socialistas pueden con el apoyo de IU obtener la alcaldía de Almería y la federación, la de Córdoba. Necesitaría de un acuerdo a tres bandas (PSOE, IU y PA) en Granada y en Sevilla, únicamente a los andalucistas. No obstante, hay otras instituciones en manos de las alianzas (las Diputaciones de Cádiz y Málaga), así como localidades medias y pequeñas. Pizarro envió el siguiente mensaje a los andalucistas: "Se ha demostrado que los partidos de la coalición de Gobierno han subido en votos y en concejales. El PA con el PSOE sube y con el PP [en alusión al pacto en Sevilla] baja". El pleno de la ejecutiva del PSOE estudiará hoy con detalla la posibilidad de acuerdos y hará un balance positivo de los resultados. "El partido, en un momento de gran dificultad, es capaz de mantener el pulso a un Gobierno con todo a su favor y eso demuestra la solidez del proyecto socialista, a pesar de la estrategia de destrucción que ha mantenido el PP con el PSOE", afirmó Pizarro. El responsable de Organización destacó el "fracaso", a su juicio, del secretario general del PP, Javier Arenas, "ya que ha bajado los resultados que obtuvo su antecesor, Francisco Álvarez Cascos", en las municipales de 1995. El análisis positivo de los datos globales no oculta, sin embargo, las críticas, especialmente en Cádiz, informa Antonio Hernández-Rodicio. Los socialistas gaditanos están convencidos de que la pelea electoral en Cádiz han comenzado por perderla ellos mismos: la resistencia interna a un pacto con Nueva Izquierda, a la incorporación de independientes y a la propia candidata se ha traducido en que un grupo de dirigentes locales haya jugado a la "la contra", que se ha traducido en la desmovilización y en algunos casos en solicitar el voto sólo para Rosa Díez. El PSOE no va a permanecer cruzado de brazos ante esta situación y en los próximos meses abordará cambios en su estructura local, después de haber perdido dos elecciones seguidas tras 16 años de gobierno en la ciudad. Algunas voces han abogado por la disolución de la dirección local y la constitución de una gestora.

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