Pollo a la criolla para los sobrinos de la candidata
La candidata número uno del PP en las elecciones europeas vivió ayer una jornada eminentemente familiar hasta que a las ocho menos cuarto de la tarde se metió en la sede central de su partido. Se despertó en Madrid, fue a Segovia a votar por la mañana, regresó para dar de comer en su casa a sus tres sobrinos, para los que preparó un pollo estilo criollo. Luego se acostó un rato para recuperar fuerzas para lo que se le venía encima. Loyola de Palacio aún arrastraba ayer las secuelas de un catarro que ha debilitado sus fuerzas durante toda la campaña. Medicada de nuevo, se fue a Génova 13. En su despacho de la planta tercera, algo lejano de la zona noble de la séptima donde se agruparon los máximos dirigentes del PP y del Gobierno, De Palacio se concentró con su jefe de prensa y una maquilladora profesional y luego compareció ante la prensa con un traje de chaqueta rosa fucsia.
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