La OTAN evita el choque con las tropas rusas al entrar en Kosovo

Las tropas aliadas entraron ayer finalmente en Kosovo sin encontrar resistencia y con el apoyo de centenares de albano-kosovares que salieron a las carreteras para darles la bienvenida. Sin embargo, las primeras horas del despliegue de la OTAN en la capital, Prístina, se desarrollaron en medio del caos y los nervios. La inesperada llegada a la ciudad, en la madrugada del sábado, de tropas rusas trastocó los planes de la Alianza. El general británico Michael Jackson, que dirigió el despliegue, se encontró con que el aeropuerto estaba ya ocupado por soldados de Moscú y que no tenían intención de abandonarlo. Tras un amago de enfrentamiento entre tropas rusas, apoyadas por soldados serbios armados, y efectivos británicos que pretendían entrar en el aeropuerto, se llegó a un acuerdo y el despliegue aliado se detuvo en las puertas de la capital. Borís Yeltsin aprovechó para anunciar el ascenso del general que mandó las tropas que entraron precipitadamente en Kosovo, mientras que Washington quitaba importancia a lo ocurrido, a la espera de la conversación telefónica que mantendrán hoy Clinton y Yeltsin. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, en una entrevista concedida ayer a EL PAÍS consideró que los problemas con Rusia son menores y recordó a los serbios que no tienen futuro si no se libran de Milosevic.