Suspendida la cotización del grupo bancario mexicano Serfin
La banca mexicana está todavía convaleciente del batacazo financiero de las navidades del año 1994 y de las quiebras sucesivas. El grupo mexicano Serfin, considerado el tercero en el escalafón nacional, atraviesa serios problemas y ha dejado de cotizar en la Bolsa de México por instrucciones de las autoridades monetarias. Después de que las acciones serie A cayeran un 18,2%, y las de la serie B, un 10,9%, unidas al desplome registrado en los últimos dos meses, se suspendió la cotización en una acción coordinada con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Los analistas financieros observan dos posibilidades para su regreso a los corros: deberá ser socorrido por algún banco extranjero, posiblemente su actual socio el Hong Kong Shanghai Bank, o esperar que el propio Gobierno salga en su auxilio con nuevos recursos, controle la propiedad y después lo venda. Desde el pasado 5 de abril, las acciones del grupo han sufrido una pérdida del 56%.
Las necesidades de la institución son muchas, y algunos de sus directivos las calculan entre 1.200 y 4.000 millones de dólares (entre 190.000 y 630.000 millones de pesetas). Alberto Flores Cos, director ejecutivo de la zona norte-occidente de Serfin, baraja estas cifras. Alejandro Santacruz, analista de Bear Stearns, calcula más a la baja las necesidades de Serfin: 1.000 millones de dólares.
Salidas a la crisis
El grupo estudia varias posibilidades de financiación, cuyos detalles no ha revelado, y efectúa consultas con sus principales accionistas, tratando de que inyecten más capital. Durante 1997, Serfin recibió 1.500 millones de dólares en nuevos fondos y pudo salir del apuro de entonces. Su debilidad, de todas maneras, continúa, y de acuerdo con datos del grupo financiero Banamex-Accival, el nivel de capitalización y rendimiento sobre activos del grupo es de los más bajos del país.
Desde 1995 hasta ahora han desaparecido del sistema financiero un total de 15 bancos mexicanos.
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